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Algunos ejemplos del cambio que se viene

Por Alejandro Olmos Gaona (Asesor de Proyecto Sur). Consideraciones sobre el gabinete del presidente electo y su desempeño anterior en la función pública.

Algunos ejemplos del cambio que se viene

Las críticas que se sustentan en teorías políticas, en concepciones económicas que pueden ser refutadas o en criterios partidistas, no resultan eficaces a la hora de mostrar la realidad de los que piensan los funcionarios que están por asumir en el nuevo gobierno del ingeniero Macri. Antes de efectuar valoraciones sobre lo que puedan hacer o las políticas que implementen, todo basado en la incierta futurología, creo que lo mejor, es mostrar, como procedieron cuando ocuparon la función pública, y quienes resultaron favorecidos por sus decisiones.

ALFONSO DE PRAT GAY, futuro Ministro de Hacienda y Finanzas

Es ciertamente difícil de aceptar que un ex colaborador de JP Morgan, como Alfonso de Prat Gay, administrador de la Sra. De Fortabat, que integrara la larga lista de deudores privados, que a través de deudas ficticias, defraudaron a la Nación, pueda generar políticas económicas en defensa del interés público. También que pueda tener diferencias con su jefe, el ingeniero Macri, que endeudó a la ciudad de Buenos Aires exponencialmente durante su gestión, con una particularidad. Como no pudo pagar obligaciones contraídas con anterioridad, emitió nueva deuda para pagar la anterior, continuando con la vieja y venerable tradición oficial del “sistema de la deuda” o de los criterios que sustentan los integrantes del “partido de la deuda” que hace años conocemos. Debo agregar que los bonos a que hago referencia fueron emitidos en dólares y sometidos a la jurisdicción de los Estados Unidos y a la legislación norteamericana, como cuadra a los que cultivan desde siempre el sometimiento invariable a los mercados financieros. Es decir no es difícil imaginar cuál será su política como Ministro de Hacienda y Finanzas.

Pero también quiero referirme a algunas otras figuras que serán parte de la nueva estrategia económica del PRO, aliada a los claudicantes radicales, que abjuraron de los principios tradicionales de su partido, y que pueden darnos algunos indicios, de los tan anhelados cambios que se vienen.

Hay una metamorfosis, que comienza a notarse en algunos, relacionada con el CAMBIO, y cuyo ejemplo lo dio Victor H. Morales, que tiene esperanzas en Macri, tal como lo sostuvo en su programa, donde habló sobre su relación con él (mi padre sostenía que hay sujetos que tienen vocación de mucamos, y sirven a cualquiera mientras les paguen bien), yo no voy a caer en hacer futurología, ni plantear escenarios apocalípticos. Solo me interesa mostrar datos y evidencia sobre algunos personajes, para saber que nos espera.

Federico Adolfo Sturzenegger, el candidato a ocupar el Banco Central, en caso de que Macri consiga el alejamiento de Vanoli. Fue Secretario de Política Económica durante la gestión de Cavallo en el gobierno de la Alianza.

En ese carácter fue procesado como partícipe del megacanje de títulos que se hizo en el año 2001, y sobreseído el año pasado por la Cámara Federal por inexistencia de delito. De la misma manera fueron sobreseídos David Mulford, Julio Dreizzen, Daniel Marx y absuelto Domingo Cavallo. La cobarde justicia federal privilegió las formalidades procesales para beneficiar a los conocidos de siempre, cosa que no hace nunca con los transgresores de delitos de poca monta, con los humildes que se pudren en las cárceles, con los que no tienen vinculación alguna con los sectores privilegiados. La realidad, es que ese megacanje le costó al pueblo argentino 55.000 millones de dólares que aún hoy seguimos pagando, tal como lo estableció el peritaje efectuado por el Ingeniero Moises Resnick Brenner, además de comisiones por más de 200 millones de dólares que fueron a parar a las arcas de prominentes actores del sistema financieros quienes intervinieron en la operación.

Siempre el argumento de esa justicia corrupta, y de tantos otros que justifican cualquier desacierto económico, es que los actos políticos no son materia judiciable. Falaz concepción, que pulverizara con notables antecedentes el Dr. Germán Bidart Campos, a quien voy a citar por la contundencia de su análisis: “El aspecto primordial de las cuestiones políticas radica entonces, en que la exención de control judicial involucra exención del control de constitucionalidad... En primer lugar estamos ciertos que la detracción del control viola el derecho a la jurisdicción de los justiciables. No poder conseguir por declinación del Tribunal el juzgamiento de una cuestión rotulada como política, es tanto como decir que los ciudadanos carecen de derecho a la jurisdicción, o sea de derecho a acudir a un órgano judicial para que resuelva una pretensión... Cuando el Estado no puede ser llevado a los tribunales estamos además fácticamente ante el hecho de la irresponsabilidad. Es elemental que si el Estado no puede ser juzgado, el estado no responde por ese acto que conserva todos sus efectos, aunque sea infractorio de la Constitución... La sumisión completa del Estado al orden jurídico reclama que el gobernante esté sujeto no solo a la vís directiva de la ley sino también a la vís coactiva y compulsiva... Hay un argumento muy sólido que resulta favorable a la judiciabilidad. Al organizar la administración de justicia, la Constitución argentina confiere a la Corte y a los demás tribunales inferiores en su articulo 100 la competencia de decidir “todas” las causas que versan sobre puntos regidos por la Constitución. Cuando se dice “todas” las causas es imposible interpretar que haya “algunas”causas que escapen al juzgamiento. Dividir las causas en judiciables y políticas (no judiciables) es fabricar una categoría de causas en contra de lo que impone la misma Constitucion"(German J. Bidart Campos, " La Interpretación y el Control Constitucionales en la Jurisdicción Constitucional” Ediar, Buenos Aires 1987, págs. 161/162).

Para los jueces de la Cámara Federal, el futuro presidente del Banco Central, Domingo Cavallo, Marx y otros, la decisión que determinó el incremento de la deuda, fue política y no judiciable. Empero esto nos da una señal de los criterios de quien va a ser el futuro Presidente del Banco Central.

Carlos Melconian, futuro presidente del Banco de la Nación Argentina.

A través de su conocida consultora, durante años, justificó todo el proceso de endeudamiento ilegal, y sus análisis económicos mostraron siempre una indudable predilección por las fuerzas del mercado y unas supuestas “leyes” que los rigen, y que fueron criticadas con sólida fundamentación por John K. Galbraith.

Pero yendo a las evidencias por mi investigadas y entregadas a la cobarde justicia federal, quiero mostrarles algo de lo que hizo este señor, cuando aun siendo muy joven fue Director del Departamento de Deuda Externa del Banco Central, y de paso mostrar algunos datitos que les puedan servir a algunos ingenuos y otros no tanto sobre la escandalosa y fraudulenta deuda privada, que fuera transferida a todo el pueblo en 1982.

A comienzos del año 1984, el Dr. Enrique García Vázquez Presidente del Banco Central y a a instancias del Ministro de Economía, Contador Bernardo Grinspun, dictó la circular 340,por medio de la cual se establecieron una serie de pautas para conocer si una deuda era real o se trataba de una operación ficticia. Después de un ingente trabajo que solo se limitó al análisis del 50% de la deuda financiera, pues la deuda comercial se dejó de lado ( las presiones eran constantes) los auditores determinaron:
1.- Infracciones a la ley penal cambiaria.
2.- Autopréstamos.
3.- Confusión entre deudor y acreedor.
4.- Sumas no ingresadas al país, y diversas anomalías detectadas en la concertación de los seguros de cambio.
5.- Aportes de capital, encubiertos bajo la forma de préstamos financieros.
6.- Subfacturaciones.

La lista de las empresas, cuyas operaciones fueron objetadas por los auditores para que se las diera de baja de los registros de la deuda, es por demás significativa: Renault Argentina, Sideco Americana, Bridas, Cogasco S.A., Ford Motor Argentina, Cargill, Textil Sudamericana, Textil Castelar, Sudamtex, Suchard, Fiat Concord, Petrolera Pérez Companc, SOCMA (empresas del grupo Macri) Fiat Sevel (también del grupo Macri), Loma Negra, y así podríamos continuar con una larga lista, que puedo suministrar a quien la necesite.

El Dr. Melconian, que recibía los informes de los auditores y los elevaba al Directorio, con sus oportunos comentarios, intervino en todo ese proceso, y la investigación fue a parar a un archivo en 1985, y posteriormente fue destruida supongo durante la gestión de Cavallo. Melconian siempre mostraba que los auditores estaban equivocados, o no tenían la visión política de lo que debía hacerse.
Les muestro dos ejemplos entre tantos que tengo en mi archivo.

RENAULT ARGENTINA: Esta empresa había declarado oportunamente ante el Banco Central que al 31.10.83, era deudora del extranjero por diversas sumas. Al constituirse los inspectores en la empresa, abrieron una investigación que quedó plasmada en el expediente No. 100.573/85. A través de lo que pudieron detectar, apareció un préstamo financiero de 4 millones de dólares otorgado por la firma inglesa Barclays Int. Ltd/ sucursal Bruselas, Bélgica, el 24.9.81. El préstamo original era de 6 millones de dólares, pero dos millones habían sido cancelados el 27.2.82, cubriéndose los 4 millones restantes con seguro de cambio, conforme a las normas vigentes.

El destino de los fondos, según lo informado por las autoridades de la empresa, era cubrir déficit de capital de trabajo y compra de bienes de capital.
No obstante lo informado, de la investigación realizada no surgió en momento alguno, que la empresa tuviera dificultades o careciera de recursos para afrontar esas necesidades.

Al 31.12.80 Renault registraba 70.403 dólares en disponibilidades de dinero, mas 3.064.960 de dólares en Bonex y 89.046.834 de dólares en plazos fijos. Un año después las disponibilidades eran de 25.182.978 dólares, mientras que las colocaciones a plazo fijo sumaban 77.205.360 dólares. Los índices de liquidez eran para ambas fechas de 1.79 y 1.48.

Por cierto que dada la magnitud de tales recursos, Renault no necesitaba un préstamo de 4 millones de dólares para cubrir déficit de capital y compra de bienes
Pero además de tales disponibilidades, los inspectores pudieron comprobar que la empresa tenía colocaciones transitorias en el exterior por 12.097.732 dólares, de los cuales 4 millones estaban garantizando una supuesta deuda por un monto igual al indicado.

Consultada por nota, Renault confirmó en declaración jurada que efectivamente existía esa garantía en el Barclays Bank de Bruselas. Y respecto a la garantía en favor del mencionado banco, se tomó nota de lo expresado en el acta de directorio No 519. del 29.3.84, cuya copia presenté al Juzgado Federal No. 2, en octubre de 2001, en donde se decía: “la presidencia de Renault Argentina S.A. recordó que luego de sucesivas renovaciones, la deuda que la sociedad tenia con el Barclays Bank Int Ltd., por 4 millones de dólares, la cual había sido respaldada con un depósito por el mismo importe, sería cancelada contra la emisión de un Bono que el BCRA emitirá conforme con su comunicación “A” 251. Como condición para que el Barclays Bank prestara su conformidad con tal cancelación, ese banco había requerido a la sociedad la firma de una carta de garantía...”

Pero esto no termina aquí, ya que si esa garantía era un motivo más que suficiente para que el Estado no reconociera la deuda, en ella se consignaba el compromiso de Renault de mantener en todo momento un saldo acreedor en el Barclays Bank de por los menos 4.500.000 dólares. De esa manera el banco acreedor se aseguraba que cualquiera fuese la situación de la empresa argentina, recuperaría el dinero prestado pues lo tenía en su propio banco. La realidad es que ese dinero nunca fue prestado, sino que se trató sencillamente de un autopréstamo, que finalmente debió ser cancelado por el Estado.

Frente a todas las evidencias, que surgieron de la auditoria, los inspectores del Banco Central concluyeron que existían indicios graves, precisos y concordantes que hacían presumir la confusión de la calidad de deudor y acreedor en una misma persona, por lo que ese curioso préstamo encuadraba perfectamente en la normativa de la resolución 340 y debía ser dado de baja de los registros de la deuda. Además los investigadores consideraron, que no correspondía considerar “practica de mercado generalmente aceptada” que la empresa poseyera fondos depositados en el exterior -12 millones de dólares en plazos fijos- y al mismo tiempo tomara un préstamo externo para cubrir deficits operativos, cuyo costo financiero iba a ser sustancialmente elevado.

Otra de las deudas de Renault, que pasó a ingresar el endeudamiento del Estado, fue la concertada con el Banco Supervielle SG y la Finance, de Lausana, Suiza, a través de la concertación en 1982 de un préstamo comercial convertido en operación de pase, “swap”. El Supervielle, actuó en este caso, como el líder de un grupo de entidades autorizadas, a través de la cuales se canalizaban operaciones de importación, que en todos los casos tenía como proveedor a la casa matriz[, la Regie Nationale des Usines Renault. La operación de pase se concretó el 25.8.82 en forma innecesaria, ya que los investigadores del BCRA, determinaron que Renault Argentina pudo haber cancelado las importaciones a su vencimiento con los fondos existentes en las cuentas corrientes de las distintas empresas del grupo. Sin embargo, se optó por requerir la ventaja del seguro de cambio con lo cual trasladó los costos financieros de la operatoria al Estado argentino, que los aceptó de acuerdo con las disposiciones vigentes, durante el ministerio del Dr. José M. Dagnino Pastore.

Aunque fuera del análisis especifico, porque fueron operaciones realizadas con posterioridad al año 1983, los investigadores encontraron otras modalidades del manejo financiero de la empresa. Así, por ejemplo, al 31.12.84 la firma acreditaba una deuda externa de 35 millones de dólares. De ese total 15 millones fueron declarados ante el BCRA, y, por los 20 millones restantes la empresa manifestó haber adquirido bonos externos en el mercado internacional para destinarlos a su cartera y ser vendidos en la medida de sus necesidades en el mercado local.
Los 15 millones de deuda declarada fueron ingresados en forma de sendos préstamos -de 5 y 10 millones respectivamente- el 21 y el 27 de agosto de 1984. En ambos formularios de declaración la empresa aseguró que no había vinculación entre el deudor y el acreedor.

Sin embargo, y no obstante esas declaraciones, la realidad demostró que fueron préstamos tomados por Renault Argentina con Renault Acceptance B.V. firma ésta controlada también por la Regie des Ussines Renault. En ambos formularios la empresa aseguró que no existían avalistas o garantes ni ningún tipo de garantía otorgada, lo que no era cierto, ya que se pudo determinar la existencia de una garantía de Nederlandsche Middenttans Bank (NMB)de las islas Cayman.

En un acta de directorio, verificada por los investigadores, se informa que: “ ...la sociedad había obtenido una línea de créditos de Renault Acceptance B.V. por 35 millones de dólares a ser utilizados en distintas partidas con vencimientos escalonados y tasas de interés variables. Dicho crédito había sido garantizado -en cuanto a su reembolso a término- con afectación del deposito que la sociedad habia constituido en el NMB y del cual ya tenia conocimiento el Directorio. Oído lo informado, el Directorio por unanimidad aprobó la operación...”

Un singular cambio de actitud. Antes no habia garantía alguna, y ahora el directorio aprobaba por unanimidad una operatoria, donde esa garantía aparecía. La historia sigue. Que origen tenía esa cantidad de dólares que habían sido utilizados como garantía? Según manifestaciones de Renault Argentina, provenían de movimientos canalizados en Renault Acceptance, cuyo origen era la capitalización de intereses, operación de venta de Bonex en el mercado internacional, etc. Es decir sin giro de divisas desde la Argentina. Fueron unos 50 millones de dólares colocados en el corto plazo y que luego se trasladaron a mediano y después a largo plazo -plazo fijo- en el desconocido NMB de las islas Cayman. La inversión era a tres años y después se redujo a dos. El acta de directorio de Renault dice: “El mercado internacional de operaciones financieras presentaba condiciones que resultaban mas favorables para la realización de operaciones de mediano y largo plazo”.
Así ocurrió que producido el vencimiento del plazo fijo en 1985, los fondos de Renault Argentina -50 millones más los intereses acrecidos- fueron aplicados a la cancelación de préstamos de Renault Acceptance BV por un total de 25.2 millones de dólares, mientras que otros 35 millones fueron colocados en la misma compañía del grupo. Es decir que la confusión entre acreedor y deudor está demostrada por demás.
Al respecto, y de acuerdo con lo peticionado por los inspectores del BCRA, con relación al préstamo mencionado de 4 millones de dólares; Marcelo da Corte, como director del mismo opinó que: “Las presentes actuaciones han permitido comprobar la existencia de colocaciones financieras realizadas por la empresa deudora argentina en el exterior mediante giro de divisas compradas en el mercado oficial de cambios, por montos superiores a los obtenidos y registrados como deudas. La existencia de confusión entre acreedor y deudor hace aplicables los términos de la resolución No 340 del Directorio...” Es decir que correspondía dar de baja de los registros de la deuda tal operación.

Fundado en la opinión del Asesor del BCRA, Dr. Federico Gabriel Polak, que estimó que tales parámetros de análisis correspondían a “delirios jurisprudenciales”, se reconoció que la Argentina debía hacerse cargo de esa deuda inexistente. El. Dr. Melconian, por supuesto elevó al directorio su opinión favorable a que se reconociera la deuda y se la pagara. Cabe apuntar que esos delirios jurisprudenciales a los que aludía Polack, eran los impecables argumentos, con los cuales el Dra. Salvador María Lozada, Juez Nacional de Primera Instancia en lo Comercial, había decretado la quiebra del frigorífico Swift, haciendo extensiva la misma a su sociedad controlante Deltec International. Ese fallo de un magistrado que honró al Poder Judicial, fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Vamos al otro ejemplo:
COGASCO S.A. Esta empresa se constituyó en la Argentina a los efectos de construir el gasoducto Centro-Oeste (Mendoza-Neuquen) Su casa matriz era la sociedad Nacap de Holanda.

Para la realización del gasoducto, la empresa recurrió al financiamiento de un grupo de bancos cuyo agente en Ámsterdam era el Amro Bank. El monto de la deuda fue de 918 millones de dólares. De dicha suma solo ingresaron al país 292 millones, ya que el resto fue depositado por Nacap en Europa, quien realizó diversas operaciones especulativas con los fondos no ingresados. Nacap se habia comprometido y enviaban diversos insumos y bienes de capital que se necesitaban para la construcción del gasoducto.

Además de esa relación contractual, entre Cogasco y los acreedores externos, existía un contrato entre aquella y Gas del Estado, mediante el cual ésta última debía abonarle una tarifa en concepto de peaje por el transporte de gas por el gasoducto hasta el año 1996 fecha en la cual el gasoducto pasaría a manos de la empresa estatal. Esa tarifa sería transferida al exterior, para ir cancelando la deuda con los acreedores. Luego del conflicto de Malvinas, los pagos al exterior se suspendieron y originaron una serie de controversias entre Cogasco y Gas del Estado.

Como dijimos anteriormente 626 millones de dólares, que estaban comprometidos no ingresaron al país, y quedaron en poder de Nacap de Holanda. A partir de allí los inspectores detectaron una larga serie de irregularidades, y en consecuencia elevaron al Jefe del Departamento de Deuda Externa del BCRA un informe a los efectos de que se diera de baja de los registro de la deuda la de la empresa Cogasco. Además debido a los incumplimientos contractuales de la empresa y a las infracciones al régimen penal cambiario, correspondía la imposición de multas que podían llegar hasta diez veces el valor de las infracciones. Melconian (cuando no), elevó un informe a la gerencia dando cuenta de la auditoria llevada a cabo y de las recomendaciones de los inspectores para dar de baja la deuda; pero consideró que ello no podía hacerse, y que había que reconocer la misma, debido a las negociaciones que se estaban llevando adelante con el Club de Paris, del cual el Amro Bank era uno de sus integrantes. El directorio, con la firma de los Dres. Daniel Marx y Roberto Eilbaum, decidió el reconocimiento de una deuda también inexistente.

Las operatorias de estas dos empresas, que brevemente hemos mostrado, son similares a todas las que fueron investigadas y que representan un amplio espectro de lo que es el empresariado argentino y extranjero. Además de la documentación que acredita el carácter fraudulento de tales deudas, y que agregué a la causa 9147 que tramita en el Juzgado Federal 2 prestaron declaración los auditores del BCRA, Dres. Omar Miliano, Ricardo Venancio Lopez, Miguel Antonio Ruiz y Ormaechea, Alicia Carmen Galofaro y Julio Ghigliazza, entre otros quienes relataron todos los fraudes que pudieron detectar y presentaron copias de los informes que en su momento elevaron a las autoridades bancarias.

Esa importante, aunque limitada investigación, fue archivada por orden de las autoridades del BCRA, en 1986. El presidente era José Luis Machinea, y Daniel Marx uno de sus directores, sin que la justicia tomara la intervención que corresponde. Es así que en el marco de la investigación que debiera llevar adelante la justicia federal y que se encuentra paralizada a pesar de mis esfuerzos y los del Fiscal Federico Delgado, pude acompañar importantes documentos en la causa, para poner en evidencia cómo se forjó la deuda privada, y porqué el Estado no debió hacerse cargo de la misma, mostrando quienes son esos delincuentes mal llamados empresarios que la constituyeron. Melconian estuvo de acuerdo en legitimar esas deudas ficticias, porque su concepción de lo privado está muy por encima de loo que debe ser el interés público.

Que cada uno juzgue sobre lo que podrá hacer ahora como Presidente del Banco de la Nación y a quien va a responder.

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