El Senador Nacional por el Frente Amplio UNEN, revela lo que nadie dice sobre el acuerdo con el club de Paris con esta nota publicada en el diario Clarín.
El Gobierno cerró un acuerdo con el Club de París sin conseguir una quita importante sobre la cancelación de los contratos de compra de armamentos por la última dictadura. Es otro ejemplo de violación a los procedimientos institucionales, como lo fue la indemnización a Repsol con una tasación fraudulenta. Con el nuevo arreglo -y en menos de dos meses- Cristina nos aumentó la deuda externa en US$ 23.400 millones, para ser pagada por los futuros gobiernos.
Una vez más se da prioridad al pago de la deuda externa en vez de atender el pago de la deuda interna con millones de argentinos. La corrupción de los procedimientos es tal, que la deuda con el Club de París solo tiene como fundamento la exigencia de los acreedores y sus propios registros.
Néstor y Cristina fueron incapaces de investigarla y negociarla.
El Ministerio de Economía informaba que la deuda era de US$ 6.089 en diciembre del 2013 y pasó a US$ 9.700 millones al 30 de abril del 2014.
¿A qué corresponde semejante aumento del 50%?, ¿está ocultando comisiones y favores?
El Gobierno nunca respondió nuestros pedidos de conocer el detalle de los créditos reclamados y los nombres de las empresas involucradas. El acuerdo viola la Constitución, porque no respeta la división de poderes: la deuda está sujeta a una investigación que lleva adelante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, cuyo pedido de nulidad se encuentra pendiente y que el Ministerio Público Fiscal estimó procedente.
La deuda con el Club de París reúne acreedores de 16 países. Nació en la dictadura de Videla por contratos de compra de armas que hizo Massera. Desde entonces ningún gobierno -ni el Congreso- cumplió con la obligación de investigarla. En 1985, los auditores del Banco Central impugnaron uno de los mayores créditos de la deuda.
Néstor y Cristina “descolgaron” el retrato del dictador Videla, pero no el de su ministro de economía. Con mayorías absolutas en el Congreso, fueron incapaces de investigar la deuda y derogar la Ley de Entidades Financieras y Bancarias de Martínez de Hoz, que rige hasta hoy.
Si se llevan a cabo juicios para saber el destino de miles de desaparecidos, el país necesita una profunda investigación que sea el nunca más de la deuda externa. La corrupción de la misma seguirá impidiendo el desarrollo del país y de las futuras generaciones.
Sólo el gobierno kirchnerista –como reconoció Cristina el 21/8/13- pagó US$ 173.733 millones de dólares durante esta década. Desde Videla a hoy –según el Ministerio de Economía- hemos pagado de amortizaciones e intereses más de US$ 400.000 millones. El negocio de los acreedores ha sido que la deuda no se pague y que los intereses y punitorios la multipliquen.
Debemos exigir una Comisión Bicameral que le dé a la deuda el debido control del Parlamento
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