Resumén del primer seminario organizado por el Instituto de proyectos de Proyecto Sur: “Gas y Petróleo No Convencional y Gas y Petróleo en el Mar Argentino".
El Director del IPPS Dr. Alberto Sánchez inauguró el martes 7 de agosto el Seminario Anual del IPPS con la Charla-Debate sobre “Gas y Petróleo No Convencional y Gas y Petróleo en el Mar Argentino: Análisis Crítico y Alternativas Renovables”. En la misma expusieron el Presidente del IPPS Félix Herrero, Juan Pablo Olsson y Fabián Lugarini, previamente se proyectó la película “La Pampa Sumergida” del realizador Alejandro Vélez.
El Coordinador de la Comisión de Energía y Minería del IPPS destacó “El shale gas o gas de esquisto es un tipo de gas no convencional extraído de formaciones de esquisto o shale (rocas sedimentarias de composición arcillosa). El shale tiene una baja permeabilidad, por lo tanto para producir gas natural en cantidades industriales a costos razonables se requiere del uso de tecnología de fracturamiento hidráulico (inyección a alta presión de agua, arena con alto contenido de cuarzo y otros productos químicos) así como de perforación horizontal, las cuales han sido desarrolladas y perfeccionadas recientemente. Este tipo de técnicas tienen un alto potencial contaminante de las napas de agua subterráneas además del intensivo uso del agua que las mismas requieren.
Argentina cuenta con el tercer recurso mundial de shale gas el cual asciende a 775 billones de pies cúbicos (solo por detrás de China y los EEUU).
Dado el tipo de técnica compleja que requiere su desarrollo, los recursos de shale gas pueden ser explotados con una ratio costo-beneficio positiva con precios del gas natural a por lo menos US$4 o US$5 el millón de Btu en boca de pozo. Apuntando a ese valor el gobierno nacional implementó en marzo de 2008 el plan Gas Plus como forma de eludir las regulaciones de precios fijadas en el Acuerdo de Productores de Gas Natural 2007-2011.
Sin embargo, luego de la expropiación de YPF y del decreto 1277 que deja en manos del vice-ministro de Economía la regulación del mercado petrolero local, las multinacionales con experiencia en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales pasaron a exigir un precio de US$10 el millón de Btu para la extracción de shale gas volviendo su explotación económicamente inviable.
En este contexto, si el gobierno nacional llegara a destinar fondos estatales para la explotación de hidrocarburos no-convencionales, en lugar de destinarlo al desarrollo alternativo de fuentes de energías renovables, solo profundizaría la dependencia en los combustibles fósiles de la matriz energética argentina que ya se encuentra entre las más caras y contaminantes del mundo”.
El disertante Juan Pablo (Pali) Olsson explicó que “la clave del problema es que el método de explotación del petróleo y del gas no convencional brinda grandes beneficios a las corporaciones transnacionales petroleras; pero al mismo tiempo es gravemente destructivo de los territorios en los cuales se extrae.
Este tipo de explotación responde a los intereses estratégicos de Estados Unidos -en tanto potencia mundial declinante- dado que le permite garantizar la provisión de hidrocarburos, ante las amenazas que significan la inestabilidad de los países del Medio Oriente -su derrota en Irak y Afganistán y los conflictos con Irán- así como las tensiones con Venezuela y Rusia; regiones que controlan las mayores reservas de petróleo en el mundo”.
Por su parte, el Presidente del IPPS Félix Herrero expresó que “luego de 9 años de mantener la política privatista del menemismo a la que se agregó el fracaso con la creación de Enarsa para dar vía libre -sin licitaciones-, a los permisos y concesiones petroleras en el mar argentino a través de UTEs (uniones transitorias de empresas), el gobierno habla de soberanía energética con la ley de expropiación parcial de Repsol (sin tocar las acciones del grupo Eskenazi del que se ignoran sus verdaderos socios) y los decretos reglamentarios. Mientras mantiene la reposición del subsidio de 28 dólares por barril a las exportadoras de crudo:Pan American Energy (británicos, chinos y Bulgheroni), Sinopec (china), Total Austral (francobelga) y Petrobrás (brasileña) y no hay voluntad de aplicar la Ley Solanas que impide a las empresas que activan en nuestras islas Malvinas trabajar en nuestro territorio. Esta no es la manera de recuperar la Autosuficiencia de petróleo y gas en el país. Subsidiar para exportar, en vez de Subsidiar para invertir e industrializar”.
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