Colombia: encuentro de Derechos Humanos

El II Encuentro Por la Verdad. Reconocimiento a la persistencia de las Mujeres y Familiares que Buscan personas desaparecidas se llevó a cabo en San Juan del Pasto desde el 26  hasta el 28 de agosto

El  Segundo Encuentro Por la Verdad. Reconocimiento a la persistencia de las Mujeres y Familiares que Buscan personas desaparecidas se llevó a cabo en San Juan del Pasto desde el 26  hasta el 28 de agosto.  Allí se congregaron mujeres  en su gran  mayoría  colombianas a lo largo de todo el país con otras latinoamericanas como Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora,  referente  incansable en la lucha por  los Derechos Humanos.

En el marco del primer día del encuentro ante un público numeroso se representó la obra Antígona. Tribunal de Mujeres. Con la particularidad de que gran parte del elenco son  mujeres que buscan a sus desaparecidos y al representarla hacen una catarsis colectiva.  Una de ellas es Luz Marina Bernal, fundadora del colectivo Madres de Soacha, activista por la paz en Colombia y bandera de la lucha de las mujeres a las que miembros del Ejército colombiano arrebataron y asesinaron a sus hijos al sur de Bogotá haciéndolos pasar por guerrilleros, los llamados "falsos positivos". Logró que Álvaro Uribe, presidente de Colombia, se retractara por injuriar la memoria de los jóvenes de Soacha, presentados como guerrilleros muertos en combate durante la Seguridad Democrática La sentencia de reparación le llegó en 2014.

Al día siguiente en el auditorio de la Cámara de Comercio los testimonios de hombres y mujeres se sucedían con un pedido de justicia que garantice que estos crímenes no se vuelvan a repetir. “Nada justifica la desaparición forzada de personas” decía Yanette Bautista, con un arreglo floral amarillo en el pelo como un signo vital ante tanta muerte y además tiene colgada  al cuello la foto de su familiar, como tantos otros de los allí presentes. Ella es directora de la Fundación Nidia Erika Bautista y  manifestó “me recibí  de abogada de grande para afrontar la búsqueda de mi hermana, militante del  grupo guerrillero M19, desaparecida forzadamente el 30 de agosto de 1987”

Si hay un rasgo común que las/los identifica es la entereza con la que enfrentan el sufrimiento. A las mujeres se las denomina: “las buscadoras”. Mujeres de condición socioeconómica baja, en su gran mayoría de origen campesino, devastadas por la desaparición de su hija/o por lo general muy jóvenes. Buscadoras que  se amuchan con otras mujeres en iguales circunstancias y salen a buscar con pico sus cuerpos,  ropas, objetos personales que tenían sus familiares antes de ser víctimas de la desaparición, una gran parte de ellos/a dirigentes ambientalistas. Esta es una búsqueda personal que se transformó en colectiva Este año surgió la campaña #Reconocemos Su Búsqueda  para destacar el trabajo que  en solitario realizan las mujeres en la búsqueda del paradero de sus seres queridos. La iniciativa es promovida por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y la Comisión de la Verdad, creadas a partir del acuerdo de paz de 2016 de la guerrilla FARC. Las cifras oficiales hablan de  83.000 desaparecidos que ha dejado el enfrentamiento durante 50 años en Colombia,  víctimas de paramilitares, fuerzas represivas estatales,  de guerrilla y del narcotráfico que casi triplica la de las dictaduras de Argentina, Brasil y Chile.

En el panel de intercambio internacional participó Graciela Pérez Rodríguez, fundadora de Milynali Red y de un colectivo nacional de Ciencia Forense Ciudadana. “Nosotros somos del estado de San Luis Potosí, vecino de Tamaulipas. El grupo nació a raíz de la desaparición de mi hija, mi hermano y tres sobrinos. Ellos venían de regreso de un viaje de Estados Unidos por carretera, los interceptaron y desaparecieron a la altura de Ciudad Manté, en el sur de Tamaulipas. Esto fue el 14 de agosto de 2012. Desde ese día no hemos parado en su búsqueda y ahí se quebró y no pudo contener las lágrimas.

En el mismo panel participó Nora Cortiñas -que usó más tiempo que el acordado ya que la transmisión era en directo- hizo un racconto de la lucha de los organismos de Derechos Humanos desde la llegada de la democracia hasta el presente y destacó la importancia de los juicios contra los genocidas iniciadas por los gobiernos anteriores y se detuvo en la responsabilidad de una parte de la Iglesia Católica. “La nuestra fue una dictadura cívico militar eclesiástica”, remarcó concitando la adhesión de los presentes.

En el mismo espacio entre el público madres de jóvenes de las fuerzas represivas desaparecidos repartían pequeñas tarjetas con las fotos de sus hijos con uniformes de fajina buscando información,

Las actividades continuaron en la Plaza Antonio Nariño colmada de gente con intervenciones artísticas y grupos musicales. El cierre se realizó el 29 de agosto en el Teatro Javeriano ante un auditorio repleto. de 500 personas  donde continuaron  los pedidos de justicia, mientras se sucedían las imágenes interminables de los desaparecidos colombianos en las pantallas del escenario. Luz Marina Monzón Cifuentes, directora General de la UBPD (La unidad de búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas) instó a subir al escenario a los familiares de desaparecidos y  la convocó a Nora Cortiñas, que fue escoltada hasta allí por Pablo Cala, de la Fundación Hasta Encontrarlos y se sumó Ana Careaga, participe del encuentro. En el escenario una madre a voz en cuello reclamó “si a mi hijo me lo desapareció Uribe que Uribe me lo devuelva” y se sumaron otras voces desde el auditorio. Nora Cortiñas gritó la consigna por los desaparecidos latinoamericanos.¡ Presentes  y cerró con su característico “Hasta la victoria Siempre. Venceremos. ¡!!  Y finalmente llegó la música para  liberar las emociones y bailar con Herencia de Timbiqui, grupo musical afrodescendientes que hacen un mix de música popular del Pacífico con música urbana.