Es necesario construir de cara a las elecciones de 2013 teniendo en cuenta las expectativas ciudadanas como las afinidades ideológicas.
La etapa política que se viene, como reflejara Fernando “Pino” Solanas en el acto organizado en los pasados días por la Cátedra Libre del Partido Socialista, requiere más comprensión y diálogo, y menos sectarismo. Sobre todo, si el objetivo es convocar a aquellos actores sociales y políticos que, de uno u otro modo, pueden compartir con Proyecto Sur el trazo grueso de la política nacional, tanto en términos programáticos como de diagnóstico.
Amplitud es la palabra. “Compromiso ético y tolerancia”, como dijera Pino. Respeto por la diferencia y reafirmación de la credibilidad, del hecho que son las personas, son las trayectorias (y no exclusivamente los enunciados políticos o las prédicas presuntamente revolucionarias) lo único que ofrece garantías de realización y coherencia. Pues en Proyecto Sur, como Movimiento, hemos compartido en otras épocas programas extraordinarios con fuerzas cercanas, pero eso no ha significado necesariamente lealtad y compromiso.
Sintonizar con la ciudadanía, responder al descreimiento, no tiene por qué significar un retroceso ideológico o una claudicación programática. Los tiempos que corren requieren sin duda otro lenguaje, mayor sencillez y frontalidad, menos ideologismo y mayor comprensión del nivel de degradación que padece nuestra patria. Estos tiempos requieren aunar fuerzas para la salvación nacional. Y en ese camino ha de ser posible reconocerse aun en las disidencias, teniendo en claro que los valores son tan importantes como el proyecto, y que la perseverancia ética no puede estar ausente de la vida política.
Si queremos ganar la Ciudad hemos de hacer gestos constructivos, de unidad, a un pueblo desconfiado y demasiado acostumbrado a la traición y el engaño. Hoy tenemos que sentar las bases de lo que vendrá, poniendo la proa en cuestiones inclaudicables (nuestras 5 Causas), pero sabiendo, al mismo tiempo, que algunas coincidencias de fondo, sobre todo ético-políticas, pueden ser suficientes para avanzar y generar esperanza en la ciudadanía.
En las elecciones de este año se juega el destino próximo del país. 2013 está atado a 2015. Por eso es preciso poner toda la carne en el asador y salir a desenmascarar la connivencia entre el kirchnerismo y el PRO, su modelo compartido, binario, oscilante, pero neocolonial al fin. Proyecto Sur, con la garantía ética y la capacidad política de quien lidera nuestra fuerza, viene plantando y seguirá plantando la necesidad de revertir el modelo de saqueo y depredación vigente en las últimas décadas en la Argentina. Nadie mejor que Fernando “Pino” Solanas para convocar y estar al frente de una opción legislativa que tiene como misión abrir una grieta en los poderes de turno para seguir luchando por la emancipación nacional.
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