La designación de los nuevos jueces de la Corte Suprema y el falso argumento de que quien no acompaña es destituyente.
Con 60 votos afirmativos y 10 negativos se avaló la postulación de Horacio Rosatti, mientras que la candidatura de Carlos Rosenkrantz contó con 58 votos a favor y 12 en contra. Luego del escandaloso nombramiento de los jueces a través de un DNU impulsado por el presidente Mauricio Macri; la postulación de los magistrados recorrió las instancias reglamentarias y parlamentarias previstas. Sin embargo, dejó de lado una verdadera discusión sobre la necesidad de abrir el debate en torno a los proyectos que proponen la ampliación del máximo tribunal y la equidad de género, ya que el Tribunal Supremo quedará constituido con cuatro hombres y una sola mujer.
El trabajo parlamentario del PRO logró dividir al bloque del PJ-FpV, cuyos senadores quedaron alineados con lo decidido por los gobernadores de sus provincias. Fernando “Pino” Solanas, senador de Proyecto Sur, se quejó de la idea que instaló el PRO en estas charlas a puertas cerradas con otros espacios. "La idea que el que no acompaña al gobierno es destituyente ha hecho mucho daño en Argentina. Es equivocado pensar que si no apoyamos estos nombramientos no estamos alineados con la gobernabilidad y somos destituyentes. El deber de la oposición es señalar las debilidades del Gobierno con pruebas contundentes como hemos venido señalando”, dijo.
La alocución de Solanas resaltó a Néstor Kirchner quien planteó la nominación de jueces de manera pública y además se nombraron dos mujeres. El voto de Solanas fue en contra de estos nombramientos porque no hay ningún compromiso del oficialismo para llevar la Corte a 7 miembros ni cumplir con el cupo femenino lo que pone en tela de juicio todo lo que dijo el oficialismo sobre los derechos de la mujer. "Estamos ante una Corte que no le da garantías a la Argentina para romper los nudos de la neocolonización y profundiza las tendencias conservadoras", dijo Solanas.
Hubo una violación clara a nuestra Constitución mediante el decreto con el que se intentó nombrar a los jueces quienes desde el minuto que aceptaron la designación por decreto no son dignos de ser jueces de la Corte porque están afectan el estado de derecho.
“Ante una Argentina degradada, una medida como esta requiere de coherencia y respeto institucional. Además, es inconcebible que en un país aquejado por los conflictos sociales no exista en la Corte un magistrado laboralista y otro penalista”, sentenció Solanas durante su participación.
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