DDHH: Murió Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo

Tras dejar la organización, en 1996 fundó la asociación Anahí, en honor a su nieta desaparecida

Ayer falleció a los 94 años, María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Había sufrido un ACV diez días antes y estaba internada en un hospital de la ciudad de La Plata.

Chicha Mariani tenía una vida antes de fundar y presidir Abuelas de Plaza de Mayo. Con un lenguaje preciso y suave, ella puso el cuerpo donde había que ponerlo, como testigo en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz por el asesinato de su nuera Diana Teruggi, el 24 noviembre de 1976, en un operativo en el que su nieta de tres meses fue secuestrada. Esa era su impronta: mujer de gestos medidos, pudorosa al referirse a Daniel, su único hijo, asesinado el 1 de agosto del ’77, y perseverante en la búsqueda de su nieta, Clara Anahí, que a 42 años de su secuestro permanece aún apropiada y desaparecida.

Chicha había nacido en San Rafael, Mendoza, el 19 de noviembre de 1923 y fue docente de Artes plásticas en La Plata. El accionar del Terrorismo de Estado perpetrado en su propia familia, la impulsaron junto con “Licha” de la Cuadra y otra decena de mujeres desesperadas en la búsqueda de sus hijos/as y nietos/as a fundar Abuelas en noviembre de 1977, aunque se separó de la entidad en 1989. En 1996 fundó la Asociación Anahí (en honor a su nieta desaparecida, Clara Anahí).

El 5 de julio de 2006, denunció ante el Tribunal de La Plata los operativos que había llevado adelante el represor Miguel Etchecolatz y que diezmaron a su familia.

“Chicha” murió sin haber podido conocer a su nieta apropiada, Clara Anahí. Mariani convirtió la casa de la calle 30 - acribillada con balas a la vista, en La Plata- en un museo. Y su casa, era el centro de las actividades para recabar datos en la búsqueda de su nieta.

Chicha nos deja su ejemplo de ética y su calidad humana que la convierten en una abuela de Plaza de mayo de la Patria.