Democracia y solidaridad

Algunas consideraciones relacionados con la Asunción del nuevo presidente paraguayo Horacio Cartes.

Motiva esta nota la falta de difusión que han tenido dos importantes hechos relacionados con la Asunción del nuevo presidente paraguayo Horacio Cartes, falta de difusión que no es casual dada la magnitud de los mismos.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela no fue invitado a la asunción de su par paraguayo con la "excusa" de que no hay delegación diplomática en el país. Considero esto muy grave ya que el presidente Nicolás Maduro es el mandatario legítimo de su país y si queremos seguir avanzando en la integración de América Latina se debe priorizar el diálogo y la convivencia más allá de las diferentes ideologías de los gobernantes. Si este es el retorno a la normalidad democrática después de la destitución de Fernando Lugo, no invitar al presidente de Venezuela es algo inadmisible.

El segundo hecho a considerar es la solidaridad concreta con Venezuela, no discursiva, efectuada por los gobiernos de Bolivia y Ecuador.

No he encontrado declaraciones del gobierno de Bolivia al respecto pero Ecuador se ha manifestado respecto a su ausencia en Asunción.
Un comunicado de la presidencia de Ecuador, publicado en su portal web, sostiene que la determinación responde “a que no se invitó a un país hermano (Venezuela) cuyo mandatario, Nicolás Maduro, no fue tomado en cuenta para dicha ceremonia”.

Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, manifestó que “nos parece que el que no se haya invitado a un país hermano no es saludable para mejorar el nivel de entendimiento en Suramérica”. Pese a esta declaración, auguró al Presidente electo de Paraguay “que le vaya bien a su Gobierno”, al tiempo que aseguró que le complace se haya retomado el hilo democrático.

Apoyamos esta solidaridad que demuestra no sólo compromiso con la República Bolivariana de Venezuela sino la defensa de un valor como la democracia, desconocerla en la no invitación a Maduro debió haber merecido repudio desde otros países como el nuestro, es un hecho interesante también para demostrar que el apoyo del kichnerismo y nuestro gobierno hacia la República Bolivariana de Venezuela es más para sacar el provecho de " parecer progresista" y que de serlo realmente.

Cuando los que manden la diplomacia sean realmente los pueblos de América Latina a través de sus mandatarios y no los negocios de empresas locales y transnacionales estaremos dando pasos por la verdadera Integración Autónoma. Los países del ALBA y principalmente Ecuador dan pasos firmes promoviendo la reciprocidad y el fin de la hipocresía en las relaciones entre países y lo menos que podemos hacer es resaltarlo.

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