En menos de 20 días, dos descarrilamientos de formaciones ferroviarias ponen en manifesto la situación de nuestras vías.
Hace poco más de veinte días llegando a la estación Retiro descarriló una formación del Mitre, dejando más de una treintena de heridos. Ayer nuevamente otra formación ferroviaria descarriló a unos ochocientos metros de la estación de Mar del Plata, felizmente sin que se registraran heridos. Los pasajeros de los ocho vagones debieron, en medio de una torrencial y gélida lluvia, realizar ese último tramo a pie.
Facundo Barrionuevo, miembro de la mesa promotora del Partido Proyecto Sur en Mar del Plata, manifestó la postura de su agrupación al conocerse en la mañana de ayer el descarrilamiento de la formación de Ferrobaires en la intersección de las avenidas Jara y Luro: “Nuestra fuerza, como tantas otras agrupaciones de usuarios y de trabajadores, venimos haciendo, hace años, llamamientos y campañas de concientización sobre la necesidad de darle una pronta solución a la crisis del transporte. El descarrilamiento de la formación en el día de ayer parece un hecho irrisorio pero es el fiel reflejo de la desidia y el desinterés por darle solución a un problema que necesita de políticas serias y a largo plazo, pero que pueden comenzar ya mismo.”
Así mismo, Barrionuevo aseguró que “hay mucho gasto y mal hecho. Los trenes nos implicaron una erogación de miles de millones de pesos que se van en detalles de coyuntura y no solucionan los temas de fondo. Seguimos comprando material ferroviario viejo y vetusto a China o España que ni siquiera tiene una buena operatividad aquí porque no están dadas las condiciones, como pasó con el Tren Talgo. El servicio sigue siendo malo, caro e inseguro.”
Finalmente agregó “nuestra propuesta es que los ferrocarriles sean una empresa pública 100%, gestionada por los trabajadores, técnicos y funcionarios con el control de los usuarios. Impulsar la industria ferroviaria nacional como alguna vez la tuvimos, con la construcción de vagones, el ensamble de locomotoras y la producción de repuestos. Una reactivación de esta industria y la red ferroviaria daría cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos y devolvería el impulso a las economías regionales. Evitando y ahorrándonos, por supuesto, el gasto innecesario de combustibles, contaminación y disminuyendo la peligrosidad de las rutas argentinas; pero por sobre todo el alto costo en vidas humanas que el sistema se esta cobrando al estar en estas pésimas condiciones.
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