El triunfo del macrismo y la reacción del aparato cultural del kirchnerismo
Impostados artistas populares, intelectuales de confeti y militantes de la TV declaman a viva voz que les “da asco la mitad de Buenos Aires”, en referencia a la parte de los porteños que el domingo pasado votó a Mauricio Macri. Haciendo abstracción del carácter antidemocrático de una expresión que no va contra quien fue elegido, sino contra quienes lo eligieron -es decir, que rechaza la expresión de la voluntad popular-, un interrogante surge: ¿Desde qué lugar se manifiesta semejante repulsión?
Si el asco que les provoca Macri proviniera del repudio a quienes utilizan lo público como un medio para maximizar sus ganancias privadas, a quienes promueven políticas discriminatorias, a quienes favorecen la tercerización y la explotación de trabajadores, a quienes reprimen la protesta social, a quienes desde el Estado se preocupan por los más privilegiados en detrimento de los que menos tienen; el asco sería comprensible, irreprochable. Ahora bien, si el ataque al macrismo parte de la defensa a quienes llevan adelante una política tan viciada como la que se implementa en la Ciudad de Buenos Aires desde hace cuatro años, lo que da asco es la hipocresía.
¿Cómo se explica que provoque nauseas el alevoso favorecimiento a los amigos empresarios del Jefe de Gobierno en todas las obras públicas que se llevan adelante, y que no produzca lo mismo que se beneficie a Lázaro Báez, Cristóbal López o Sergio Schoklender? ¿No causan la misma aversión las injustificables fortunas de intendentes, diputados, gobernadores y hasta presidentes y ex presidentes que integran las filas del kirchnerismo? ¿Genera más repulsión la discriminación de inmigrantes que el ninguneo y la expulsión de las comunidades aborígenes como los Qom? ¿Cuál es el fundamento para odiar con más fuerza la tercerización de las reparticiones públicas de la ciudad que la implementada por Trenes de Buenos Aires, con el apoyo de la oficialista Unión Ferroviaria y de su procesado secretario general, José Pedraza? ¿Desde cuándo es peor querer prohibir los piquetes porque generan caos en el tránsito que reprimir las protestas de maestros santacruceños? ¿Por qué da nauseas que se ejecute todo el presupuesto porteño en bacheo y no en los hospitales públicos o que se gaste más en el norte que en el sur, y no provoca lo mismo que el Estado Nacional subsidie el gas y la electricidad que consumen los sectores más acomodados de Buenos Aires, mientras las clases populares tienen que pagar varias veces más por las garráfas?
En definitiva, ¿por qué Macri les causa tanto asco y no les generan exactamente lo mismo Daniel Scioli, Luis Beder Herrera, Guido Insfrán, José Luis Gioja, Eduardo Brizuela del Moral , Jorge Capitanich, Juan Schiaretti, José Alperovich, Mario Ishii, Alberto Descalzo, Hugo Curto, Raúl Alfredo Othacehé, etc.?
Si Macri y sus votantes les hacen sentir tanto asco por los intereses que representan, defendiendo a quienes -con otro discurso- velan por los mismos intereses, deberían sentir asco de ellos mismos.
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