El estreno del último filme de Solanas y una mirada del director sobre Perón y el contexto histórico.
Estimados amigos: desde la muerte de Juan Perón, el país navega a la deriva sin un plan estratégico. El último proyecto nacional que se propuso cortar la tela de araña neocolonial que saquea al país, fue el suyo. A cuarenta años de su desaparición, su figura y sus banderas históricas – independencia económica, soberanía política y justicia social - continúan tan vigentes que el 60% de los argentinos se declaran “peronistas”. Desde la gran Revolución Mexicana, ningún otro gobierno latinoamericano había realizado una transformación tan original y avanzada.
Después de 18 años de exilio, en 1973, el General Perón regresa a un país en crisis, dividido por la dictadura. Hace un llamado a la Unidad Nacional, propone superar las viejas antinomias y se abraza con su antiguo adversario político, el radical Ricardo Balbín: “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”. Convoca a todos los partidos políticos, los empresarios y sindicatos, a un gran acuerdo social y por tercera vez es elegido Presidente con el 62% de los votos.
Lejos de traicionar el programa votado por el pueblo, Perón lo profundiza con su Plan Trienal. Fue el proyecto más avanzado del continente: incluía la reforma impositiva progresiva; la nacionalización de los depósitos bancarios; la ley de inversiones extranjeras; impuesto a la renta potencial de la tierra; Junta Nacional de Granos y de Carnes; impulso a la industria nacional y las economías regionales y medidas sociales avanzadas: el 48% del PBI se distribuye entre los trabajadores. Por primera vez se rompe el bloqueo a Cuba y se establecen relaciones diplomáticas con China. En su despedida del 12/6/74 dijo: “Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia”
Durante su destierro, Perón tuvo que enfrentar campañas difamatorias y tentativas de asesinato. Al regresar al país, lo aguardaban los planes de la CIA para desestabilizarlo y su gobierno fue cercado con golpes de estado en Uruguay, Bolivia y Chile. El “Plan Cóndor” -urdido por Kissinger y Bush -padre- se propuso eliminar los líderes populares latinoamericanos. Entre 1974 y 1976, fueron asesinados cuatro presidentes: Salvador Allende de Chile; Joao Goulart de Brasil; Jaime Roldós de Ecuador y Omar Torrijos de Panamá. La muerte de Perón nunca fue debidamente esclarecida.
Lo que no pudo aniquilar la dictadura del General Videla, lo hizo la corrupción y el olvido: el proyecto de Perón y Evita fue tergiversado o reemplazado por el de sus enemigos históricos y los impostores lo siguen falseando. Hoy recuperamos su legítimo legado para las nuevas generaciones y como aporte a la construcción de un gran movimiento nacional.
Fernando “Pino” Solanas
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