Por Agustina López Oribe. A fines de la semana pasada, se realizó un encuentro de pueblos originarios en Burzaco, Provincia de Buenos Aires.
A fines de la semana pasada, se realizó un encuentro de pueblos originarios en Burzaco, Provincia de Buenos Aires. Como resultado, después de tres días de debate entre casi un centenar de representantes de distintas comunidades, mediante un acta constitutiva, se construyó una Mesa de Diálogo y Trabajo con el Estado Nacional.
Esta mesa tiene carácter vinculante y su objetivo es “establecer, desarrollar y consolidar una estructura de diálogo con el Gobierno Nacional y los Pueblos Indígenas”, para hacer cumplir las leyes internacionales y nacionales vigentes respecto a sus derechos.
Además se solicitó de forma urgente la institucionalización de la mesa, por decreto del Ejecutivo, promesa efectuada por el Presidente Mauricio Macri en los encuentros del 3 de noviembre y 17 de diciembre pasados.
Felíx Díaz, qarashé de la comunidad La Primavera (Potae Napocna Navogoh), designado presidente de la mesa, dijo que muchos líderes indígenas viajaron autoconvocados para Buenos Aires desde diferentes provincias con sus propios recursos. Ahora están varados en Capital porque, según el qarashé no tienen cómo volver a sus casas.
A pesar de ello, Díaz considera que este encuentro fue muy positivo porque la mayoría de los pueblos han valorado el gesto político del Gobierno de cerrar la brecha para establecer un diálogo que ha sido postergado no solo por los mandatos kirchneristas, sino por todos los gobiernos democráticos. “Creo que el estado argentino se está dando cuenta que este proceso no es accidental o un gesto político, sino, que mediante el sacrificio que vinimos arrastrando, estamos demostrando nuestra capacidad para colaborar con el Estado, pero como indígenas, no como un aliado político y eso es un paso muy importante que se logró a través de la lucha”.
Díaz llamó a la unión de los líderes presentes y convocó a todas las comunidades de la Argentina a participar: “si estamos divididos, impedimos que el diálogo sea fructífero” le dijo a los líderes indígenas que apoyaban al gobierno kirchnerista y ahora concuerdan en reclamar al actual Presidente que “debe cambiar la historia e incluir a los indígenas” en las decisiones que tienen que ver con su vida, salud, educación y todos los derechos indígenas adquiridos. “No queremos estar mendigando a la sociedad para que nos den medicamentos vencidos, ropa vieja o bolsitas de mercadería, queremos que se cumpla lo que establece la Constitución”, dijo el qarashé.
“El secretario de Derechos Humanos, (Claudio Avruj), dijo que la reestructuración del INAI (Instituto Nacional Indígena) va a llevar tiempo y que una vez saneado, nos lo entregarán y por nuestros métodos elegir un líder indígena que dirija el instituto”, explicó Félix Díaz. “Estamos esperando la resolución para que esta mesa sea superior al INAI”, es decir, que pueda controlar e informarse de la gestión que va a realizar la institución a partir de ahora. “El levantamiento del acampe Qopiwini fue una negociación en la que Macri se comprometió a hablar con nosotros y en la Casa Rosada nos dijo que la problemática indígena es una prioridad en su agenda”, concluyó Félix Díaz que queda a la espera, junto a sus hermanos, de que las promesas se cumplan.
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