La llega del buque escuela demuestra las grandes contradicciones en el relato oficial.
La llegada de la Fragata Libertad al puerto de Mar del Plata, luego de permanecer varada en Ghana durante más de 78 días por la denuncia de los fondos buitres, tomó una gran trascendencia mediática y política exponiéndolo como un triunfo de nuestro país frente a los acreedores de la deuda. Sin embargo enormes contradicciones se presentan en el actual contexto económico –político que chocan con fuerza al relato oficial. Mientras el gobierno habla de soberanía e hitos independentistas, la temática de la deuda externa no ha sufrido ninguna modificación y su auditoria todavía sigue pendiente. Entonces, el arribo de la Fragata ¿es realmente un ícono de soberanía o del derrotismo ante las corporaciones?
Es importante considerar que la Fragata Libertad es un buque argentino perteneciente a las Fuerzas Armadas que funciona como una escuela de formación militar. Los viajes de la misma se realizan todos los años arribando a distintos países del mundo siendo un verdadero símbolo de la nación. Sin embargo, hace 78 días, la Fragata fue retenida en Ghana por la justicia de dicho estado, a partir de una denuncia proveniente del acreedor estadounidense NML que no había entrado en los nefastos canjes llevados a cabo en el 2005 y 2010.
Posteriormente este caso estaría en manos de jueces internacionales puesto que Argentina había renunciado, durante el periodo neoliberal, a la soberanía jurídica en estos temas quedando a disposición de los tribunales internacionales. No obstante la detención de la embarcación en el puerto de Tema no sirvió para realizar una investigación sobre los orígenes y las circunstancias en las que Argentina adquirió sus deudas, así como la corrupción y los grandes negociados efectuados alrededor de los compromisos nacionales. Inversamente la administración k continúa honrando la deuda ,y lo que se muestra como un triunfo de nuestra nación, en realidad, es muestra del derrotismo kirchnerista ante las corporaciones, puesto de manifiesto en la obsecuencia ante la ilegalidad de la deuda pública denunciada por Alejandro Olmos y ratificada en un fallo por la justicia nacional. A pesar de que el 15 de diciembre de 2012 los Tribunales internacionales del Mar ordenaron el regreso de la nave a nuestro país, la causa de los fondos buitres aún queda pendiente y lamentablemente numerosos partidos políticos, que pretenden prolongar el sistema económico neocolonial, proponen el pago de la deuda ignorando la ilegitimidad de ésta, tal como lo hizo el gobierno con la propuesta de reapertura de canje ante los fondos buitres . Es decir la fragata quedó libre porque la administración k propuso un nuevo canje que nos condena a mantener este sistema económico neocolonial propuesto desde el establishment financiero mundial.
Nuevamente el derrotismo es protagonista y encubierto mediante la propagación del nacionalismo exacerbado en la sociedad, a través de los medios de comunicación que funcionan como el bastión propagandístico y ocultamiento de las corporaciones. La Fragata Libertad, símbolo de independencia y soberanía, pasó a transformarse en el objeto que representa la inoperancia de los dirigentes en defender los intereses nacionales y el patrimonio público argentino. Éste continua siendo rehén de los negociados políticos y de las transnacionales, como en el caso de YPF con la reciente alianza o, mejor dicho, reprivatización de la mano de Chevron o las reuniones con el magnate Rockefeller. La hipocresía es increíble, la presidenta afirma que el país esta desendeundándose e incluso asevera que falta poco para terminar con los compromisos pendientes.
Pero una mala obra de teatro es difícil de mantener frente a un público atento que siente la inflación y los impuestos al salario, como consecuencia de la deuda pública y los gastos en combustibles (mas de 10 mil millones de dólares debió afrontar el país en deudas y más de 12 mil millones de dólares en combustible importado) en donde el principal responsable es el gobierno nacional. La deuda odiosa sigue siendo un flagelo para el país. Frente al relato épico de desendeudamiento, la situación indica que el país simplemente cambió de acreedor mediante los bonos emitidos con la utilización de los fondos del ANSES y el banco central más otros prestadores, que aprovecharon la ocasión para realizar negocios con el instrumento de dominación usado por los países hegemónicos. Nuevamente el sentimiento derrotista prevalece en las decisiones gubernamentales, ignorando las propuestas de los partidos políticos que anhelan la emancipación nacional.
La cultura del fracaso sigue predominando en nuestros gobernantes y en gran parte de la sociedad. El no se puede y el posibilismo, impregnado en la dictadura y el menemismo ,no sólo dejaron como saldo a un estado neocolonial que basa su economía en actividades primarias, sino que también se instauró una cultura anti –patriota descalificadora de nuestras capacidades y un sentimiento de resignación ante los grandes poderes y capitales del mundo . Hablar de soberanía entregando nuestras riquezas y pagando una deuda ilegítima, es una contradicción que revela la complicidad del oficialismo en el desguace del Estado Nacional.
Guillermo Alamino (9 de enero del 2013)
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