Compartimos un documento que avanza hacia el desarrollo de una propuesta agropecuaria emancipadora.
Zonas de Transición y Resguardo:
Introducción.
El avance de la frontera agropecuaria con una marcada dependencia del “paquete tecnológico” (fertilizantes, agrotóxicos, maquinarias, semillas genéticamente modificadas, etc.) ideado para la gran escala ha profundizado la concentración de tierras en pocas manos. El Censo Nacional Agropecuario del 2002 muestra que el 9.7% de las explotaciones agropecuarias poseen el 78% de las hectáreas explotadas, es decir que el 90% de las explotaciones agropecuarias poseen solo el 22% de las tierras utilizadas y solamente el 2% poseen casi el 50% de la superficie. Nuevas modalidades de contratos como los llamados “pools de siembra” profundizan esta situación. En la actualidad las seis empresas más concentradoras (Cresud, Grobocopatel, Adecoagro, Tejar, MSU, y Cazenave) explotan una superficie de tierra 30% mayor (entre la propia y la contratada) que unos de 102.000 productores de todo el país. Según datos de la FAO, el 98.3% de la superficie cultivada corresponde a monocultivos de soja, trigo, maíz, girasol y arroz.
A su vez, pequeños productores y productoras fueron expulsados hacia los márgenes de las grandes ciudades, para vivir en condiciones extremadamente precarias. El problema del acceso a la tierra es un problema histórico y cada vez se hace más complejo debido al avance del negocio inmobiliario sobre tierras aptas para la producción que se vieron encarecidas por esta competencia. Mientras que los precios de los alimentos crecen día a día, entre otras cosas, debido a las razones que mencionamos anteriormente.
Otra de las consecuencias de este modelo agropecuario es que, actualmente, no se reponen el 37% de los nutrientes del suelo extraídos con las cosechas. Esto ha disminuido 5 veces la productividad de los suelos en los últimos 40 años. Tal como dice Fernando Martínez, jefe del INTA- Casilda (Santa Fe) “Necesitaríamos 300 camiones para cargar los fertilizantes que contienen los nutrientes que se exportan en cada barco: de cada tres unidades de nutrientes sólo se repone una”. Esto no es otra cosa que saqueo de recursos no renovables de nuestros bienes comunes que atenta indefectiblemente contra la alimentación de las futuras generaciones y contra la Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos.
Finalmente debemos mencionar las terribles consecuencias que tienen las crecientes aplicaciones de AGROTOXICOS que son utilizados, sin control alguno, en grandes extensiones y en enormes cantidades, contaminando s los cursos de agua superficiales, y paulatinamente las napas subterráneas, el aire y el suelo. Pero no solo eso, los agrotóxicos afectan gravemente la salud de los trabajadores agropecuarias, y la de las poblaciones cercanas a las zonas rurales, pero además contaminan los alimentos que consume la inmensa mayoría de la población. Actualmente se estima que se usan unos 400 millones de litros anuales de agrotóxicos y la prohibición de las aplicaciones aéreas solo seria un paliativo ante semejante situación.
En ese contexto, en algunas localidades de nuestra provincia se han podido establecer ordenanzas que establecen “zonas de resguardo” que van desde los 700 metros (Lujan) hasta los 2000 metros (Cañuelas) con distintas características. Entre las más destacables encontramos la prohibición de aplicaciones de Glifosato como sucede en Marcos Paz. También vemos como es ignorada la voz de los pueblos como el de Alberti donde hace más de un mes miembros de la asamblea están llevando adelante una huelga de hambre simbolizando la resistencia y la dignidad de los pueblos en lucha contra los agrotóxicos y los transgénicos.
Nuestra propuesta -con el objetivo de avanzar gradualmente hacia un modelo productivo alternativo al vigente- establece en una primera etapa dos franjas de igual extensión (aproximadamente 5km.), con objetivos específicos para cada una, y requiere de la modificación de la “ley 13.246 de arrendamientos y aparcerías rurales” y de la ley 10.699 de agroquímicos” para la implementación de sistemas productivos que respeten los ciclos de la naturaleza y rescaten los saberes ancestrales de los agricultores para ser verdaderamente sustentables. A estas dos franjas las denominaremos, respectivamente, zona de transición, y zona de resguardo (la más cercana a la zona urbana).
Queremos poner en debate este “modelo” agrario vigente, porque cada vez resulta más evidente que solo beneficia a las corporaciones transnacionales; en desmedro del propio productor que solo recibe el 6% del precio de venta del grano, degradando el suelo y el ambiente, y dañando la salud de las personas.
También proponemos:
*Creación de una empresa del estado arrendataria y productora de alimentos para reemplazar gradualmente a los grandes “pools de siembra”. A su vez, podría lotear tierras en parcelas más pequeñas, para la producción de alimentos libres de agrotóxicos, lo que también permitiría reincorporar al mercado laboral miles de personas, revirtiendo el proceso de urbanización desorganizada con alta desocupación y subempleo.
?Creación de un sistema de Certificación Social de Alimentos libre de Agrotóxicos en el que participarían productores, UBA, consumidores. El sistema que existe en la actualidad genera el encarecimiento excesivo de los alimentos “orgánicos” permitiendo que solo accedan a ellos las personas de mayor nivel adquisitivo.
Zona de Transición: Las actividades que proponemos para esta zona comprenden
•?Producción de alimentos sanos, libres de agrotóxicos y OGM para nuestra población.
•??investigación y ensayos de técnicas y tecnologías de producción agropecuaria que permitan detener la pérdida de fertilidad de los suelos, la desertificación y la creciente contaminación ambiental.
•?Promoción de mercados a cielo abierto sin intermediarios entre productores y consumidores.
•?Promoción de un plan para formar técnicos que apoyen a productores en transición hacia producciones verdaderamente sustentables.
•?Capacitaciones a productores.
•Las actividades productivas realizadas en esta zona deberían ser promovidas por el estado mediante Exenciones impositivas y créditos blandos.
Zonas de Resguardo:
Libre de aplicaciones de agrotóxicos monitoreadas por los organismos de control que se establezcan y destinada distanciar las producciones para proteger la Zona de Transición. Si los productores deciden su ampliación serán beneficiados con exenciones impositivas, créditos, capacitaciones, entre otros. Las producciones de estas franjas tendrán prioridad en los mercados internos.
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Argentina_Nutrientes_cinco_veces_menos
http://inta.gob.ar/noticias/la-argentina-solo-repone-el-37-de-los-nutrientes-del-suelo
http://www.rap-al.org/articulos_files/Conflictos_Ambientales_Plaguicidas_JSC.pdf
http://www.biodiversidadla.org/Objetos_Relacionados/Seguridad_y_Soberania_Alimentaria
Esta propuesta es una invitación a soñar y construir paso a paso un País sin agrotóxicos, sin empresas como Monsanto, donde las semillas sean de los pueblos y estén al servicio de la humanidad para todxs! NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LAS SEMILLAS QUE PROPONE EL MINISTERIO DE AGRICULTURA.
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