Derecha a réplica de Rodrigo Peña a la nota "La libertad de prensa está bajo vigilancia",, escrita por Germán Margaritini
Es importante aclarar que Germán Margaritini no es una persona desconocida para mí, ni yo lo soy para él. Que el correo al que hace mención (y que publicó en forma parcial y fuera de contexto), no fue enviado a DIARIOJUNIO, sino a mi casilla de correo personal, rodrigoargentina@gmail.com, que está adherida a mi perfil de Facebook y a mi pagina en Internetwww.elmovilero.
Muy a parte de esto, escribo también en Diario Junio, un medio donde gozo de libertad plena para escribir lo que quiero, y como a menudo me recuerda el editor “el único límite es la verdad” y que por cierto; tiene su propia casilla de correo. Al respecto cabe aclarar que la noticia que Margaritini “denuncia” como “censurada” fue publicada en Diario Junio, el mismo día que llegó el correo del dirigente de Proyecto Sur.
Según pude corroborar “margarito” conoce muy bien esta dirección, pues a la casilla de correos del diario había llegado esa gacetilla enviada por el ¿dirigente? ese mismo día, motivo por el cual se publicó la noticia: “Todos contra la concejal Sanabria” (http://www.diariojunio.com.
(Vale decir, que eso de ocultar información es la maña vieja de otro periodista al que Margarito no critica, Joaquin Morales Solá, que ocultó la desaparición de personas durante la dictadura, las torturas y los negociados del grupo Clarín con Videla, y hasta un colega lo acusa de haberlo entregado a los milicos, pero es digno de que el líder espiritual de proyecto Sur entre en su casa y una sola palabra suya bastará para sanar la sed del grupo) Es raro: Una vez, mientras hablábamos de Masonería, y se llenó la boca hablando de libertad, igualdad y fraternidad, Germán me contó que había militado en la Fede (Federación Juvenil Comunista) en tiempos de la dictadura, no se cómo sin embargo, se revuele en su barro y pone a Morales Solá para escuchar el mensaje de “Pino”. Sabrá él si puede o no dormir por las noches.
Así que por mas censurador que le halla parecido a Margaritini mi mensaje (en realidad sabe que no lo fue) puede verse claramente que no existió censura alguna, a menos que quiera apelar al derecho de cualquier mortal a publicar una solicitada en mi revistita Zonceras, por la que puedo responder porque ya he hablado con mis cumpas, y contestarle rotundamente que no haremos publicidad gratis del campeonato de tiro al pichón que ni siquiera ganó, a pesar de que era gratis, porque le ganaron de mano el “Chelo” Lima y Carlitos Sánchez.
Pero que si gusta dedicarse a la caza hienas, leones o jabalíes, de los que hay muchos a su alrededor, tendrá nuestro respeto. Claro está, dando la cara, como lo hace cuando le tira al pichón y con las pruebas en la mano, como corresponde.
(Con respecto a este tema, quiero recordar, que el año pasado, poco antes de las elecciones, DIARIOJUNIO le ofreció a Margaritini que denunciara todo lo que quisiera denunciar con nombres y apellidos, y dando la cara, sobre las irregularidades que él aducía conocer del Hospital Masvernat, y reclamaba que el diario las investigara. La respuesta, de Margaritini fue: “No me voy a dejar usar”. Es raro, lo que le estábamos proponiendo es que nos usara, tenía el diario más leído en Internet a su disposición para denunciar lo que quisiera, siempre que fuera capaz de darla cara, y no lo hizo)
Hay otro aspecto secundario pero no menos importante, y es la manipulación que ha hecho este personaje, sobre el intercambio epistolar.
Para empezar, no es un dato menor que nunca pudo haberle causado sorpresa mi comentario, pues con Germán mantenemos desde hace tiempo, discusiones políticas por esa vía. Tengo cerca de 50 mensajes aproximadamente donde intercambiamos opiniones.
Debo reconocer que son míos los errores ortográficos, y de tipeo; son míos y propios de un mensaje privado y apasionado, pues se trataba de una discusión política vía e-mail; tampoco le di mucha importancia, pues le estaba escribiendo a una persona a la que sé que no le entran balas. El tipo es un hipócrita, se escandaliza de la presunta pensión de la concejal, y convive con todo tipo de inescrupulosos exprimidores de las arcas del Estado, nada menos que en el sector donde los pobres, sobretodo, son más vulnerables: La Salud Pública. Como se lo dije en el correo, hay colegas suyos, muy cercanos, muy jodidos, él lo sabe, pero lo calla. Es parte de esa corporación, que no se escribe con K, y que es preexistente a este tiempo político.
Lo que ocurre es que el intercambio epistolar con Margaritini es mucho más amplio que esas pocas líneas que él hizo publicas, vienen de mucho antes y siguen mucho más allá. Seguramente Margarito habrá omitido publicar sus respuestas porque estas lo avergüenzan. Cosa que entiendo y por esa razón nunca se me hubiera ocurrido publicaras, habidas cuentas de que se trata de una conversación privada. Pero me siento obligado a hacerlo, dado que es la prueba más irrefutable de que se me ha injuriado maliciosamente.
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