Se cumplen 8 años de impunidad y sin responsables de la tragedia de Río Turbio.
A principios de 2002 publiqué en el Diario de Río Gallegos “Tiempo Sur” una nota de opinión donde acusé a Néstor Kirchner (entonces Gobernador de Santa Cruz) de ser cómplice de Sergio Taselli (Concesionario de la Mina de Carbón de Río Turbio) en el vaciamiento y destrucción del yacimiento.
En ese entonces “El” no era muy partidario de la despenalización y me querelló pidiendo cárcel y resarcimiento de $ 1.000.000. La desaparecida Asociación Periodistas me asistió con apoyo legal de Damian Loreti y el propio “perro” Verbitsky (cuando era periodista) intervino en mi defensa. La cosa terminó en que Kirchner desistió de la querella y tengo el orgullo de no haberme retractado de una sola coma de lo que escribí y firmé.
Dos años después, las consecuencias de la situación denunciada en aquel artículo se hicieron realidad de la peor manera. Taselli abandona la concesión y se hace cargo desde el 2003 el Ministerio de Planificación con De Vido, Mayoral y Cameron como personeros administradores de la mina.
Así como antes desde el Gobierno de Kirchner en Santa Cruz no se controló a Taselli, exigiéndole inversiones y seguridad en el trabajo para los mineros, ahora a cargo el Yacimiento del Estado Nacional con estos personajes, nada se hizo para poner a producir en condiciones seguras el Yacimiento y pasó lo que tenía que pasar. La corrupción mata.
Ese 14 de junio de 2004, 14 compañeros trabajadores del Yacimiento Río Turbio, perdieron la vida en el interior de mina asfixiados por el humo de la combustión de la cinta transportadora, por la desidia, falta de inversión, y el vaciamiento cómplice que el gobierno de Kirchner permitió al empresario amigo.
De haber contado con un autorrescatador de oxígeno, (de $ 800 de entonces) los 14 mineros hubieran salvado su vida.
Corría el segundo año de la administración K. El diario Clarín fue durante sus 4 primeros años de mandato, absolutamente indulgente con esa gestión. La tragedia ocupó pocos días en las noticias de ese medio, que no era todavía la Corpo del mal sino un medio amigo.
Hoy la causa penal tiene procesados a cuatro “perejiles” (a cargo de los turnos esa noche); pero permanecen absolutamente desvinculados de la misma los De Vido, los Mayoral y los Cámeron. Y estamos cada vez más cerca de que prescriba, como ocurrió con la tragedia de Lapa.
Antes, 14 mineros en Río Turbio; recientemente, 52 en la tragedia de Once. Los personajes son los mismos: Taselli o Cirigliano (ambos continúan hoy haciendo negocios asesinos por los subsidios del Estado). Antes, De Vido y Mayoral; hoy, De Vido y Schiavi o Jaime.
El Gobierno Nacional les garantiza impunidad y todos sabemos que cuando hay impunidad la historia vuelve a repetirse.
Y los muertos siempre son trabajadores.
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