Por Juan Pablo Olsson (Proyecto Sur CABA). Las actuales inundaciones en el litoral fueron anticipadas en enero por un informe del Sistema Federal de Emergencias (Sifem) quienes advertían la profundización del fenómeno del Niño.
Las actuales inundaciones en el litoral fueron anticipadas en enero por un informe del Sistema Federal de Emergencias (Sifem) quienes advertían la profundización del fenómeno del Niño. Ante la abundancia de precipitaciones, si no cambiamos el modelo, vamos a enfrentarnos a episodios cada vez más catastróficos.
Las incesantes precipitaciones continúan golpeando a la región y en las últimas semanas provocaron graves consecuencias en distintas localidades, fundamentalmente de las provincias litoraleñas de Entre Ríos, Formosa y Corrientes. Mientras la crecida del Paraná ha afectados a las provincias de Santa Fe y Chaco. Las cifras de los evacuados van en aumento y llegarían a 22 mil, a lo que se deberá agregar el cálculo de pérdidas millonarias. En Entre Ríos se consideró declarar la emergencia vial dado que las intensas lluvias deterioraron las rutas y caminos. En la provincia de Santa Fe las inundaciones generaron el anegamiento de 2,8 millones de hectáreas, lo que provocará una pérdida millonaria para los productores y el sector agropecuario: se calcula alrededor de un millón de toneladas de soja perdidas por la enorme cantidad de hectáreas inundadas.
Si bien la interpretación metereológica adjudica las inundaciones al fenómeno de “El Niño”, distintos sectores agropecuarios refieren a la desidia política, la falta de previsión y prevención, y fundamentalmente a la falta de inversión real de parte de los gobiernos provinciales y del gobierno nacional en obras públicas de infraestructura que mitiguen las consecuencias de este tipo de inclemencias.
Cuando hablamos de cambio climático y de fenómenos como estas inundaciones, hay que tener presente que cada vez serán más frecuentes. Ya en el mes de enero de este año el equipo técnico de la Secretaría de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes del Ministerio de Seguridad de la Nación había presentado un informe en Casa de Gobierno que preveía esta dramática situación. Dicho informe fue entregado durante la primera reunión del gabinete nacional del Sistema Federal de Emergencias (Sifem) y las autoridades advertían “para el próximo invierno inundaciones diez veces mayores a la que afectó al Litoral este verano si se cumplen los peores pronósticos en torno al fenómeno de El Niño, lo que podría acarrear la evacuación de más de 100 mil personas y que tres millones de hectáreas queden bajo el agua en seis provincias.” Y se concluía con la previsión de que "nuestro territorio se vea afectado hasta julio de 2016, con un pico máximo de afectación entre marzo y abril". El secretario de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes Emilio Renda había planteado ya en enero anticipaba que se puede estimar que habrá entre 120.000 y 130.000 evacuados (más de 140.000 en el pico máximo de afectación), con una gran pérdida en la producción ganadera y cultivos en más de tres millones de hectáreas que quedarán bajo el agua".
El problema de fondo es cómo se puede anticipar los fenómenos climáticos que van a significar continuidad de precipitaciones y sopesar realmente los costos de haber profundizado un modelo de monocultivo de soja, deforestación y las consecuentes inundaciones, en un preocupante contexto de cambio climático y calentamiento global que parece no asumirse con la suficiente responsabilidad y seriedad.
Es importante comprender que las inundaciones -más allá de los episodios climáticos extremos y el “fenómeno del Niño”-son consecuencia de la gigantesca deforestación y el modelo sojero aplicados en nuestro país en los últimos años. Estamos en un preocupante contexto de cambio climático y calentamiento global. Ante la abundancia de precipitaciones, si no cambiamos el modelo, vamos a enfrentarnos a episodios cada vez más catastróficos. En las últimas décadas se dio una significativa perdida de bosques en Argentina, Brasil y Paraguay. Sólo en Argentina en los últimos 25 años se talaron 7,6 millones de hectáreas de bosques. Entre el 2007 y el 2014 se deforestaron más de 2 millones de hectáreas de bosques, mientras la Ley de Bosques sigue sin reglamentarse, ya que 620.000 hectáreas eran de bosques protegidos y fueron arrasadas. En Entre Ríos se deforestaron 85.000 hectáreas de bosques nativos, esponjas naturales de las precipitaciones, y fueron reemplazadas por monocultivo de soja.
POR admin
Fernando Ezequiel "Pino" Solanas: Un legado que trasciende
A Cuatro Años del ingreso a la Inmortalidad de Fernando “Pino” Solanas: Un Homenaje a su Legado
FERNANDO PINO SOLANAS UN PENSADOR ESTRATÉGICO: A CUATRO AÑOS DE SU DESAPARICIÓN FÍSICA
EL 17 DE OCTUBRE DEL ‘45 - "EL SUBSUELO DE LA PATRIA SUBLEVADO"