Jornada mundial contra la Megaminería

El 22 de julio es el Día Mundial contra la Megaminería y nos reunimos a las 15,30 en la Plaza de los dos Congresos.

Los pueblos seguimos en lucha por nuestra autodeterminación y nuestros bienes comunes

Desde Canadá hasta Tierra del Fuego, desde el Atlántico hasta el Pacífico, la megaminería continúa con su proyecto de extracción y muerte. Con la complicidad de la gran mayoría de los gobiernos americanos, estas empresas transnacionales creen tener impunidad para saquear nuestros minerales, contaminar nuestros territorios, destruir nuestras economías regionales, avasallar nuestros lazos sociales y enfermarnos. Estas grandes corporaciones tienen la ilusión de que podrán matarnos o encarcelarnos, obteniendo ganancias siderales sin costo alguno. La megaminería cree que ha llegado para quedarse.

Pero en todos los rincones de América, en cada lugar donde la megaminería asoma sus narices, hay un pueblo que levanta sus brazos algrito de NO. Los camiones NO pasarán, las megamineras NO se instalarán, nuestra vida NO se destruirá, nuestra agua NO se negocia. Día tras día, compañeros de todo nuestro continente nos enlazamos en una lucha que año tras año suma manos, suma triunfos, suma compromiso.

Porque cuando Cajamarca se para, y evita la instalación del Proyecto Conga, paramos todos.

Porque cuando Huasco se impone frenando el funcionamiento de Pascua Lama, nos imponemos todos.

Porque cuando Famatina y Chilecito realizan puebladas para defender nuestros cerros, todos los pueblos estamos en la calle.

Porque cuando Tinogasta bloquea el paso de los camiones de las megamineras, todos salimos a la ruta.

El 22 de julio es el Día Mundial contra la Megaminería. Y en ese día, queremos mostrar que somos millones, unidos, peleando por lo mismo, por defender la vida, el agua y nuestros preciados bienes comunes.

Por eso realizaremos una jornada de actividades en varios puntos del país, en varias ciudades del continente, para decir que NO queremos megaminería, que NO queremos que nos sigan criminalizando ni reprimiendo. Una vez más saldremos todos a la calle para exigir el derecho de los pueblos a elegir nuestra forma de vivir, a autodeterminarnos decidiendo cómo relacionarnos con la naturaleza y los bienes comunes.

¡NO PASARÁN!