Por Alejandro Olmos Gaona.
Sería muy largo hacer un análisis de las decisiones del lamentable gobierno que tenemos respecto del Banco Central, prolijamente ocultadas por los grandes medios, y generalmente ignoradas por nuestro pueblo, aunque esas decisiones lo afectan de manera que pocos pueden imaginar.
La especulación de los que se dedican a estos negocios bancarios, ha contado notablemente con el apoyo del gobierno para estas aventuras especulativas, pero mejor es ir a las cifras.
Con el propósito de contener la divisa norteamericana, se cambiaron las conocidas LEBAC, por LELIQ, que son letras a 7 días y que solo pueden comprar los bancos. En este momento el stock de Leliq, es de UN BILLÓN, CINCUENTA MIL MILLONES DE PESOS, con tasas que oscilaron entre el 75 y el 69% actual. Esos intereses supone el pago de 2.000 millones de pesos diarios, o sea 60.000 millones de pesos mensuales.
A esto se suma la existencia de pases pasivos (entre 1 y siete días) cuyo stock actual es de 941.000 millones de pesos al 31 de mayo, y que suponen pagos de intereses diarios por 1.600 millones de pesos.
Sumados los intereses de ambas colocaciones, el Banco Central paga anualmente UN BILLÓN TRESCIENTOS MIL MILLONES DE PESOS en concepto de intereses, lo que traducido a dólares da la notable suma aproximada de 30.000 millones de dólares de intereses en operaciones puramente especulativas, que significan una sangría para el Banco Central, que renueva operaciones y se endeuda cada día más
En este momento hay reservas por 64.200 millones de dólares, y deuda por 82.000 millones, lo que pueda dar una idea de como están las finanzas del Banco Central, y los riesgos ante una corrida. Hablar de un banco quebrado suena mal, pero las cifras son oficiales están a la vista, aunque la institución guarda en el más impenetrable de los secretos, sus actas de directorio, y sus soluciones
Sería bueno preguntarse por qué los subsidios sociales siempre han sido cuestionados, y sabemos lo que han significado los aumentos tarifarios para los sectores más humildes.. Contrariamente la política financiera del Banco Central, ha merecido pocos comentarios críticos, y existe mucho triunfalismo por un dolar quieto, aunque eso signifique un costo descomunal, que podría tener un mejor destino, costo ocasionado por la especulación de los agentes financieros que siempre han sido escrupulosamente respetados por el gobierno.
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