Por Alejandro Olmos Gaona (Asesor Proyecto Sur). La poca capacidad del ministro para manejar las finanzas públicas pone en peligro la economía argentina.
Al tratar de comentar las expresiones de los funcionarios públicos siempre he tratado de ser prudente, pero ante tantas falsedades que ofenden la inteligencia, se acaba la tolerancia, y hay que salir a decir las cosas sin eufemismos, poniendo en evidencia como se ha hecho un verdadero arte de la mentira, como la torcida hermenéutica sustituye a la interpretación rigurosa, como se cultiva el cinismo de la manera más descarada.
Sabemos lo que significan las estadísticas oficiales; las sobreactuaciones del Jefe de Gabinete que no cumple con su obligación constitucional de ir al Congreso a informar sobre la marcha del gobierno, pero dedica mucho tiempo a largar su habitual verborragia ante los órganos de prensa que lo esperan las mañanas (como el Corach de Menem), y la retórica falaz de la Jefa del Estado, que con su elocuencia hace recordar la frase de Carlyle “ que cosa horrible una persona elocuente que no diga la verdad”. También la observable obsecuencia del funcionariado oficialista, que con la vocación de mucamos que los caracteriza, hoy sirven al Poder Ejecutivo, como en otros momentos sirvieron a otros. Hoy son kirchneristas, en la década del 90 se inclinaban ante Menem.
No voy a cuestionar la desfachatez con la cual desde los distintos organismos del Estado se citan cifras y datos producto de un ensimismamiento delirante, porque sería perder el tiempo. La realidad que cualquier argentino puede observar recorriendo el país se da de patadas con la supuesta “década ganada” de un gobierno que parece haber inaugurado la historia patria, ya que antes de llegar al poder parecería que vivíamos en las tinieblas de un mundo colonial y sometido. Pero si quiero detenerme brevemente en una cuestión extremadamente grave, entre tantas otras, que pone en evidencia la capacidad del joven Kicillof, para manejar las finanzas públicas.
Hace unas pocas horas Axel Kicillof, aseguró que "el mercado no desconfía de la capacidad de pago y del nivel de reservas de la Argentina", imputando a "operaciones mediáticas" las informaciones sobre que las reservas son insuficientes.
En declaraciones a diversas radios porteñas, sostuvo que "es una cuestión relativa si son muchas o pocas" las reservas, refiriéndose a recientes declaraciones del Presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, sobre la escasez de las mismas para levantar el cepo bancario. El ministro aseguró que en octubre se pagará el BODEN 2015 y que luego de cancelar esa obligación las reservas no serán inferiores a las del cierre del año pasaron, cuando alcanzaban los 31.000 millones de dólares.
En el título hablé de “las falsedades de Kicillof” pero siendo benevolente podría hablar de sus ficciones, aunque dada su profesión de economista no creo que se dedique a ellas, excepto para enmascarar la realidad. En fin, es cuestión de matices, aunque cuando se trata de la cosa pública, un principio elemental determina que hay que manejarse con rigurosidad y no engañar de manera tan desembozada.
Pero vayamos a las cifras, aclarando que estas surgen del último balance del Banco Central que tengo a la vista del 7 de agosto, ya que el último todavía no ha sido publicado, porque los números deben ser aún más problemáticos.
En el balance se muestra un activo de 139.778 millones de dólares y un pasivo de 136.289 millones, lo que da un patrimonio neto 3.489 millones, lo que significa una cifra insignificante para un país de la envergadura del nuestro. Pero si hacemos el análisis debido de las cifras, vemos que ese activo no está constituido por oro o divisas extranjeras sino por PAPELES, es decir por títulos públicos intransferibles a diez años de plazo a tasa libor menos un punto porcentual, por un importe de 58.965 millones de dólares. Además existen adelantos transitorios al Estado Nacional que se renuevan permanentemente por 30.645 millones de dólares, los que dan la suma total de 89.610 millones. Si les descontamos algunos activos, que no tiene caso comentar aquí, el Banco Central tiene un patrimonio neto NEGATIVO DE 82.986 millones de dólares. Pero además tiene una deuda generada por la emisión de Lebac y Nobac de 25.838 millones de dólares con tasas de interés promedio del orden de 28% anual.
Como podrá observarse el deterioro, por no hablar de la falencia es total y nada tiene que ver con lo que sostiene Kicillof. Pero vayamos a las reservas, que según él son óptimas. Según el último balance son de 31.634 millones de dólares, pero esa cifra enunciada con toda simpleza no muestra la realidad.
Esas reservas están constituidas de la siguiente manera:
Swaps de China 8.582 millones de dólares
Préstamo del Banco de Francia 1.586 “ “ “
Encajes 12.103 “ “ “
Encajes en moneda extranjera 7.754 “ “ “
TOTAL 30. 025 “ “ “
Es decir que de las reservas declaradas, existen 30.025 millones de dólares que tiene el Banco Central pero que no son del Banco, y las reservas netas propias solo llegan a 1.609 millones de dólares.
En octubre hay que pagar del BODEN 15 6500 millones de dólares y el dinero saldrá de los encajes y de los préstamos, pero no de reservas genuinas. Esto son los números reales y no las ficciones estadísticas a que nos tienen acostumbrados los malabaristas de la contabilidad oficial. Y para aquellos que dudan, estos números son cifras oficiales del Banco Central no elucubraciones propias. Solo expuse la que creo es la forma debida de leer estas cifras.
POR admin
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