Mario Mazzitelli. Secretario General del PSA en Proyecto Sur, analiza la forma en que la Presidenta eligió a su candidato a Jefe de Gobierno porteño.
Frente a las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, se reservó la facultad de elegir a los candidatos del PJ-FPV sin otra intermediación que el consejo de sus asesores más inmediatos y la colaboración de múltiples encuestas. Este método de laboratorio, vertical y sin consulta a las bases tiene serios riesgos. El primero es deconectar la selección de la realidad cotidiana, la realidad de la calle, esa que dice cosas que no se dicen en los gabinetes. El segundo es que prevalece la lógica de los aparatos y los sectores internos a la visión más amplia del conjunto social.
Así la fórmula Filmus-Tomada nace sin tomar en cuenta que ambos vienen manchados, sin que la tintorería k pueda darle pulcritud a las salpicaduras que los deslucen como candidatos con pretensiones.
Daniel Filmus fue designado en 1989 por el entonces intendente Carlos Grosso, que a su vez fuera designado por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, como Director General de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Durante su gestión se produjo uno de los escándalos de corrupción más significativos de la administración Menem-Grosso, la escuela Shopping del barrio de Once."el 30 de diciembre de 1990, el entonces Concejo Deliberante porteño aprobó una ordenanza por la cual se autorizó que se construyeran locales comerciales en la planta baja de la Escuela Presidente Mitre y que el Estado los diera en concesión a un privado por 20 años*". La formidable esquina de Pueyrredón y Sarmiento, apetecible para los intereses comerciales en una zona de altísimo tráfico de mercaderías, fue entregada por Carlos Grosso-Daniel Filmus. La educación pública era postergada dando lugar al negocio privado. Pocas veces tan justa la frase "negocios privados con bienes públicos". En este caso agravado porque no se trataba de bienes ociosos, sino destinados a una de las actividades irrenunciables para el Estado como es la educación pública. En aquel marco de coimas y denuncias políticas y penales a Daniel Filmus ¿no se le ocurrió renunciar?. Parece cierto que la memoria de los argentinos es selectiva, recordando unos episodios y olvidando otros. Aquel permaneció olvidado mucho tiempo, pero para desgracia de Daniel en 2011 se cumplieron los 20 años de aquella concesión y a Macri le quedó servida en bandeja la oportunidad de hacerse cargo de la recuperación de la escuela y endilgarle los costos a Grosso-Filmus. Filmus se defendió del ataque del macrismo diciendo: "Mientras el intendente de ese momento, Carlos Grosso, convalidaba el negocio de la escuela Shopping, la familia del jefe de Gobierno se enriquecía con el negocio de la basura de la mano del mismo Grosso". Es verdad. Pero Daniel no aclares que oscurece ¿como no renunciaste ante tanta corrupción y seguiste acompañando a Carlos Grosso? Carlos Grosso, había sido CEO del grupo Socma de Franco Macri, ¿acaso Daniel Filmus no estaba enterado?. En este enredo ¿son tan fuertes las contradicciones entre Mauricio y Daniel? Mauricio fue "menemista". Daniel también. Acompañó a Susana Decibe en la promulgacion y ejecución de la desastroza "Ley Federal de Educación". Ley de la que se quiso despegar ya en época de Néstor Kirchner. Pero, para su desconsuelo ya en 2006 su antigua jefa le recuerdo "El ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, afirma, en un reportaje reciente, que la reforma de los 90 acentuó la cantidad y no la calidad, a pesar de que él mismo fue parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política". Menemista. Para cerrar esta somera descripción digamos que Filmus habla mucho en contra de Macri. Pero ¿por qué Macri está como Jefe de Gobierno? Simple. Porque dos gobiernos muy afines a Filmus -en uno de los cuales fue ministro- gobernaron la ciudad desde el 2000 al 2007 y abrieron la puerta para que llegara Mauri.
Si el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad tuviera que elegir algún contrincante, no tendría duda sería uno de los dos miembros de la dupla que derroto en 2007: Daniel Filmus o Carlos Heller.
El caso de Tomada ahonda el error de Cristina. La conversación del Ministro de Trabajo, que fuera durante 18 años abogado de la Unión Ferroviaria con José Pedraza después de la muerte de Mariano Ferreyra es una salpicadura dificil de limpiar. Los intrincados negocios entre el Estado, las empresas privadas y los sindicatos. Los millonarios subsidicios a los concesionarios y la explotación de los trabajadores tercerizados. Todo bajo la mirada complaciente de este funcionario público ponen en blanco sobre negro el error de la presidente.
Cristina tenía la oportunidad de refrescar su política. Con métodos y caras nuevas. Nada de eso sucedió. Insistió con lo de siempre y completo una de las peores fórmulas con las que pretender ganar la ciudad. Ojalá que el sol del 10 de julio de 2011 ilumine a los porteños y sepan elegir a sus mejores representantes.
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