El sistema intenta encerrar la expresión libre del pueblo y de las fuerzas políticas y sociales que pretendan mostrar un proyecto alternativo
Sumo un modesto aporte al debate iniciado por Germán Margaritini sobre la actual estrategia mediática del bipartidismo en Argentina, que tiene como objetivo principal construir un "corralito mediático bipartidista" en donde el sistema intenta encerrar la expresión libre del pueblo y de las fuerzas políticas y sociales que pretendan mostrar un proyecto alternativo emancipatorio serio para República.
El "corralito mediático bipartidista" está siendo impuesto, con mucha habilidad, a la sociedad y está hegemonizado, hoy, por el oficialismo.-
En cierta manera, con el entusiasmo político inicial de toda fuerza nueva en crecimiento, sin darnos cuenta o mediando la necesidad de trascendencia y visualización política pública,corremos el riesgo de quedar encerrados en las redes del corralito.
En el caso de Proyecto Sur, no podemos descartar que esta situación provocó que varios sectores que se acercaron inicialmente o simpatizaran con nuestra propuesta y la fuerte referencia de Pino, sin un análisis de situación más profundo, tomaran alguna distancia de nosotros, incluso nos criticaran, al vernos sentados, departiendo con periodistas que sabemos jugados históricamente con la derecha dura argentina, tales como Mariano Grondona, Roberto García, Nelson Castro y otros, que, más allá del enorme respeto político público que tienen por la figura de Pino y otros compañeros, a menudo nos abrieron amplios espacios y hasta nos adularon cmoo fuerza -deliberadamente- para que la otra pata bipartidista -el oficialismo - nos pudiera acusar de ser, "políticamente funcionales a la derecha".
Demás esta decir, que aprovecharon la fuerte imagen y prestigio de nuestros compañeros, como el caso de Pino, Mario Cafiero, Félix Herrero, Alcira, Jorge Cardelli, etc. para obtener su propio raiting, llamándonos para debatir sobre temas concretos y tratando de evitar que explicitáramos el enorme caudal político, social y cultural de nuestro proyecto emancipatorio, el que, todavía, no es ampliamente conocido por el pueblo, cuestión ésta última que es uno de los grandes desafíos que hoy afrontamos, junto a las afiliaciones y las personerías.
Mientras tanto, desde la pata oficial nos silencian, nos ningunean o detractan -tanto a nivel nacional como internacional - acusándonos de ser "funcionales a la derecha" tomando como muestra de ello, nuestra legítima participación en esos programas de la derecha mediática, mostrando, habilmente, sólo imágenes o frases sueltas sacadas de contexto.
Los sectores del poder, sin decirlo explícitamente -tanto nacional como internacionalmente- consideran a Proyecto Sur como una fuerza política e ideologica potencialmente peligrosa para el modelo neoliberal y juegan, con habilidad, sus cartas desde este espacio en contra nuestro.
El objetivo principal, desde ambos extremos del bipartidismo, es aislarnos política, cultural y socialmente.
A ello apuntan, también, por otros medios:la reforma política y electoral discriminatoria, el cambio permanente de las reglas del juego electoral, el silencio y la censura,la apertura interesada de espacios mediáticas para azuzarnos y utilizarnos en contra del adversario, pretendiendo dejarnos pegados a alguna de las patas bipartidistas, las operaciones de fragmentación con las alianzas, sabiendo que, hasta ahora, hemos debido participar electoralmente de prestado, con todas las consecuencias que ello acarrea.
En realidad, el poder dominante ha sabido dosificar bien y con habilidad su estrategia. De esta manera intentan aislarnos de potenciales sectores juveniles que, con grandes expectativas, pretenden justos cambios sociales y políticos ilusionados, hoy, con el cristinismo o en sus aliados afines progresistas.
A mi juicio, debemos enfrentar y superar, en esta etapa,dos grandes desafios políticos
1)Superar esta estrategia del corralito mediático bipartidista con una política comunicacional, adecuada, independiente y firme, diferenciándonos, por igual, de ambas patas del bipartidismo y evitando caer en el juego inmediatista a que nos someten.
b)Urgir e implementar una consecuente politica afiliatoria constante y el logro de las personerías en todo el país, partiendo desde los lugares en que estemos más avanzados con concentración de esfuerzos para lograrlo cuanto antes. Todo ello, al tiempo de acompañar, con mucho respeto y solidariamente, la lucha de los movimientos sociales por sus derechos y estar atentos a dialogar seriamente y cn franqueza con todos los sectores políticos, sociales y culturales que estén dispuestos a debatir los caminos de unidad nacional y continental sobre la base de una ética pública emancipatoria que se apreste a recuperar, para el pueblo, la propiedad y el manejo racional de nuestros recursos naturales, en tanto bienes comunes de y para la sociedad, cuidando el medio ambiente en equiibrio constante con el desarrollo humano.
Como dice Pino, las propuestas básicas que exprean nuestras causas fundantes, ya fueron presentadas como proyectos de leyes por nuestro bloque en la Cámara de Diputados y obran en el libro editado por el partido, conteniendo más de 400 proyectos de leyes que bien nos pueden permitir diagramar, hacia la base, una política nacional que nos ayude salir del encierro, poniendo en evidencia frente al pueblo, quién es quién y para quién trabajan ambas patas de la cúpula bipartidista, mostrando cómo ambos extremos y sus pequeños aliados, responden a la misma visión neoliberal global, aunque tengan distinto perfil y distintas opciones partidocráticas.
Superar el silenciamiento significará miles de iniciativas populares, en las que el cuerpo, las piernas, los brazos, las manos, la cabeza y el corazón del militante será la insustituible herramienta, además de aprender a manejar bien las nuevas tecnologías.
Estas propuestas de legislación, son, desde arriba, una excelente iniciativa que habrá que ampliar y bajar, en cada lugar y en cada tiempo, con un trabajo militante por abajo: conferencias, mesas y debates públicos,pintadas, volanteadas, películas, fiestas, movilizaciones, radios, y otras formas de propagandizar las cinco causas básicas de Proyecto Sur.
Nuestra militancia debe tranformarse en las patas caminantes del proyecto y tendremos que prepararnos, más y mejor: física, ideológica y políticamente los que hoy estamos y transmitir y preparar, lo más rápidamente posible, a los nuevos militantes que vayan incorporándose al partido.
Sólo así podremos encontrar el enamoramiento necesario con las utopías de nuestro pueblo.
Como dice la canción, Necesitamos ganar la conciencia, el corazón y la voluntad de un millón de amigos, de un millón de afiliados, de un millón de militantes que se transformen en dirigentes concientes en cada barrio, en cada fábrica, en cada universidad, en cada rincón del territorio de la Patria.
Sólo la Unidad salvará al pueblo y sólo el pueblo salvará a la Nación.
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