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Medios, paranoia y represión

Excelente análisis de la problemática de la inseguridad analizada a la luz de la opinión mediática.

Excelente análisis de la problemática de la inseguridad analizada a la luz de la opinión mediática.

 Otra vez el fantasma de la inseguridad en muchos habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. En las marchas que se convocan a Plaza de Mayo se puede ver a personas fácilmente influenciables por los medios de comunicación de corte amarillista, mucha sangre, bombardeo sistemático del mismo caso durante semanas, sembrando paranoia.

¿Nadie se pregunta por qué están marchando al grito de “seguridad, queremos seguridad”? No hay concepto más vacío que ese, no existe ni existirá la seguridad en este marco de situación, generaciones de jóvenes sin ninguna perspectiva de futuro ni valores edificantes se ven discriminados, incompletos, porque su causa vital es ignorada por los demás. A la prensa no le interesa destacar esta realidad, casi nadie los escucha y se refugian en las drogas duras para evadirse de esta desidia histórica. Sin embargo, no se hacen marchas por justicia social, sólo cuando algún puntero especula con ellos.

Pero analicemos qué significa la paranoia. El término «paranoia» es una palabra griega que significa locura, desorden del espíritu. Su empleo en psiquiatría es muy antiguo, su síntoma más claro es el delirio persecutorio. ‘Que sea un paranoico no quiere decir que no me estén persiguiendo’ bromeaba el genial Woody Allen.

Cito a Hobbes en el concepto de ‘contrato social’, considera que “el hombre liberado a sí mismo es el lobo del hombre (homo hominis, lupus), es necesario refrenar tal impulsividad que hace de la sociedad humana una formación de individuos dominados por ambición de mando y de dominio”.

Las personas recibimos cotidianamente una descarga de violencia mediática y llegamos a asustarnos de tal manera que encontramos referentes donde hay negociadores del miedo, empresas de seguridad, alarmas, etc. Los medios nos llenan el mate de infelices ilusiones, queremos vivir en paz y seguros, pero no nos preocupamos a la hora de ser solidarios, o a la hora de votar candidatos de dudosa procedencia. Me corrijo, los votamos justamente para eso, para tener al sheriff salvador (es decir, mas represión, aquí está cifrada la patología paranoica para Freud). De dónde proviene esa rabia incontenible que pide seguridad, por qué no clama por los chicos de las calles o por los innumerables crímenes llamados accidentes de tránsito.

Para Hegel, el mal radica en la mirada que ve siempre el mal. Por qué este fenómeno de reclamar de manera reaccionaria y no reclamar una sociedad más justa, más inclusiva. ¿Por qué no?, porque esa sociedad hay que construirla y depende de nosotros, no podemos crear un monstruo y luego llamar a Robocop, eso pasa en el cine, pero la vida no es una película yanqui -aunque pensándolo bien para tipos como Macri, la Peli de Ciro James Bond y sus ‘superpolicías’ tiene toda esa impronta-. Por qué hay que tolerar esto, ellos son los intolerantes. ¿Por qué tienen tanta prensa este grupo de paranoicos? ¿Por qué no pensamos que la raíz de todo es que no quieren compartir sus beneficios de clase? Una clase social egoísta engendra odio, marginalidad incorregible, violencia brutal. El emergente marginal de hoy no tiene códigos ni los tendrá, si no apuntalamos una sociedad menos enferma, menos hipócrita a la hora de encarar estos desafíos.

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