El legislador de Proyecto Sur, Julio Raffo, le responde a quienes creen que hay que tomar posiciones en función de lo que le viene bien a Alfonsín y Cristina.
La política y el minué son dos cosas muy diferentes.
En la primera las decisiones se adoptan en razón de un objetivo coherente con los ideales y principios que se defienden; en ella la acción se inspira en el propósito de acceder al poder para aportar a la solución de los problemas de salud, educación, seguridad, transporte, vivienda, y espacio público entre muchos otros y en cuanto ello compete a la acción del Estado.
En el minué la acción de cada uno se decide en función de la acción de los otros. El minué se baila mirando a los otros bailarines, mientras que la política se hace mirando a la sociedad, a sus realidades y siempre orientados por el objetivo de transformarla de conformidad con un programa y un concepción
Esto, que parecería ser muy claro, lo tienen algo confundido algunos queridos compañeros que creen que debemos tomar nuestras decisiones en función de qué es lo que le viene bien o mal a Alfonsín o qué es lo que le viene bien o mal a Cristina.
Ese planteo está gravemente equivocado, por más que se inspire en nobles propósitos o en legítimas aspiraciones. No tenemos que pensar en Alfonsín o Cristina para ver qué hacemos, tenemos que pensar en la gente, en sus necesidades y en nuestra real capacidad de contribuir a resolver sus problemas y en nuestra mejor estrategia para poder hacerlo; ello, y sólo ello, es la base de sólidas y coherentes decisiones.
Hagamos lo que hagamos en el escenario electoral siempre habrá alguno que le venga mejor o peor la decisión adoptada; así es en la política y, por si alguno no lo sabe, también siempre es así en la vida. No podemos convertir a nuestras decisiones en una variable dependiente de la acción o de las aspiraciones de los otros, ellas sólo dependen de lo que sepamos ver en la sociedad como mejor posibilidad para la gente y para los ideales que defendemos para transformas la Ciudad y el país.
Hubo entre nosotros quién predicaba que “La única verdad, es la realidad”, parecería ser que esa prédica no fue suficientemente difundida porque todavía hay quienes parecen desconocerla.
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