El candidato a diputado nacional por Proyecto Sur, analiza la política petrolera y gasífera del Gobierno.
1.El petróleo y el gas están presentes en los principales medios escritos y orales del mundo, ya sea por la certeza de su agotamiento, o por las guerras y divisiones de países, o por el poder y la corrupción que les suelen acompañarlo.
La actualidad del petróleo puede constatarse con el hecho de que entre diciembre de 2010 y este año se filman cuatro películas: una nigeriana sobre su sangrienta guerra, otra estadounidense con Antonio Banderas sobre el voraz conflicto en Arabia Saudí (Black Thist), una tercera italiana sobre la corrupción de una petrolera en Cerdeña, y la de Pino Solanas sobre la historia petrolera argentina. Las cuatro llevan en castellano el título Oro negro.
¿Por qué el petróleo está tan actualizado en el mundo? Por las guerras petroleras (en Sudán y Nigeria), y por las secesiones que provocan: el pasado 9 de julio nació el Estado de Sudán del Sur, y la OTAN está embarcada en la misión de crear un Estado petrolero en la región cirenaica de Libia (dejando la tripolitana para cualquiera que la quiera tomar o refugio personal de Gadafi.
El país abandonó un proyecto que desde 1907 respondía a una política de Estado. En los años 90 las petroleras vinieron apresuradas por la renta (llegaron a exportar el 40% de la extracción local de gas y 36% del crudo, como si fuéramos un país de la Organización de Países Exportadores (OPEP), pero no reinvirtieron para reponer el crudo extraído. En lenguaje técnico, establecieron una tasa de reemplazo negativa o menor a 100%.
2.Con esa política perdimos el autoabastecimiento, logro que hoy es apreciado en el mundo porque muchas alianzas geopolíticas no bastan. En el año 2009 en nuestro país sus reservas probadas alcanzaban a proveer 11 años de petróleo y casi 8 años de gas natural. Pero si miramos las reservas que teníamos en 1970 y 1975 (antes y después de la primera crisis petrolera) nuestro petróleo alcanzaba a 17 años, y en 1980 nuestras reservas de gas natural llegaban a 47 años.
Resultado: ayer autoabastecidos hoy importadores netos. Pero si es una desgracia que se haya perdido el autoabastecimiento, es serio que se trate de justificar, como lo hace el gobierno kirchnerista, afirmando que es bueno ser importador de gas y petróleo porque grandes países como Estados Unidos, China, Japón y Alemania lo son.
La pérdida del autoabastecimiento debe recordarnos las palabras de la actual presidenta de la Nación cuando el 17 de setiembre de 1992 dijo en la Legislatura de Santa Cruz: “Venimos a requerir... que nuestra Honorable Legislatura se expida exigiendo a los diputados nacionales que posibiliten el tratamiento.... (de la) Ley de Federalización de Hidrocarburos y de Privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales...”. En ese momento se garantizaba que con la privatización habrían más inversiones, se ampliaría el horizonte de reservas e incluso se alcanzaría las tarifas. Promesas de un país mistificado que no existe.
3. Frente a la caída de nuestras reservas se responde con “hallazgos” no convencionales de petróleo en diciembre y de gas en mayo. Lo que faltan son inversiones para extraer el petróleo y el gas no convencional, que existe en todo el mundo en sus diversas formas (grisú; schiste o shale gas; tight; y coal bed methano), y no promesas de inversiones en “hallazgos” ya conocidos. Pero son explotaciones tan contaminantes que países, como Francia, y provincias y muchas grandes naciones las han prohibido, acabando con estos hallazgos “maravillosos”.
Nadie duda que el petróleo y el gas no convencionales existe, pero con ellos se puede construir una fantasiosa imagen de riqueza y de solvencia energética, mientras la realidad muestra que el país sigue perdiendo su capacidad petrolera y gasífera.
Las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía dicen que todo el gas no convencional del mundo aseguraría la tercera parte del incremento en la extracción de gas en el planeta de ahora hasta el año 2035. No son las cifras exageradas como las que se han repetido en nuestro país, por ejemplo, que Argentina tiene más de 500 años de reservas de gas no convencional.
Parece que la influencia electoral hizo “descubrir petróleo y gas mediáticos”, al inicio y en pleno período electivo. El gobierno pretendió con ello argumentar contra la manifiesta caída de las reservas.
4. No basta llorar por el autoabastecimiento perdido, y tampoco reponer pozos perforados hace más de 25 años; no convencen los actos en la casa Rosada para decir que ahora somos una potencia mundial en gas no convencional. Como afirma el Movimiento por la Recuperación del Petróleo de Neuquén, “no se trata de un mega yacimiento, sino simplemente de un mega fraude”. Alguien llegó a afirmar que Argentina es el tercer país del mundo por sus reservas de gas no convencional, mientras en el mes de mayo se debió importar el 20% del gas natural que utiliza, inauguró la importación de GNL por el puerto de Escobar y firmó el corrupto contrato de compra al emirato de Catar. Reforzando el “modelo”, el gobierno de Cristina vda. de Kirchner importa en julio cifras que superan a las de mayo y del mes anterior
No se desconoce que Estados Unidos alcanzó en 2009 a extraer gas no convencional para satisfacer la mitad del gas doméstico, según afirma Mathias Reymond, en “Gas No Convencional”, Maniére de voir, (París, marzo 2011). Para David Ruyet, en otra publicación, escribe “El gas no convencional... no es un schist” haciendo un juego de palabras entre chister y el gas de la hidrofractura del esquisto (París, 23 mayo 2011) donde informa que Estados Unidos consume casi el 25% de gas.
La existencia de estos hidrocarburos era hace mucho conocida y no se los explotó por existir reservas convencionales suficientes (17 años). Pero ahora, ¿que se dirá sobre la extracción del gas no convencional cuando en Francia acaba de ser prohibida por la Asamblea Nacional, a causa del uso exagerado de agua y de aditivos químicos peligrosos, algunos de carácter cancerígeno.
Respecto al petróleo, las reservas “redescubiertas”, publicadas como de casi 24 millones de m3, solo repondrían las dos terceras partes del petróleo extraído en 2010, que alcanzó a 36 millones de m3. Sin una política nacional petrolera, las reservas petroleras comerciales de Argentina continuarán descendiendo.
Pero la respuesta final debería demostrarnos que realmente se realizarán inversiones nuevas, porque cualquier analista duda que se invierta en la extracción más cara habiendo posibilidad de extracción de hidrocarburos convencionales ¿Por qué invertirían en técnicas extractivas costosas? ¿O con el petróleo y el gas plus se podrá hacer pasar gato “viejo” por liebre “nueva”, como ideó Marc Rich, el petrolero de las cinco nacionalidades e inventor del mercado spot?
*Candidato a diputados nacional de la Capital Federal y director del Instituto de Proyectos de Proyecto Sur (IPPS).
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