Cuáles son las petroleras que reciben un trato privilegiado que no siquiera obtienen en sus propios países. Collumna de opinión publicada en el diario Clarín.
Algunas personas están de acuerdo en no extender permisos y concesiones a las petroleras extranjeras, pero afirman que no es posible, porque no tenemos capitales.
Los montos a invertir, según esta visión, sólo los tienen las petroleras internacionales.
Por eso afirman que ExxonMobil, Schlumberger, las tejanas Apache y EOG actúan en Vaca Muerta, y Chevron y Sinopec también quieren hacerlo.
Todas exigen un trato privilegiado que no reciben en sus propios países.
YPF nació como empresa pública en 1907, centralizada en un ministerio. Ahora no todo puede ser mixto para integrar petroleras internacionales en YPF, pero tampoco la actividad debe reducirse a la extracción no convencional en Vaca Muerta.
Esta técnica de extracción está en debate en todo el mundo, y prohibida en varios países europeos.
Enrique Mosconi aceptaba la empresa mixta, siempre que los socios fueran de firmas industriales nacionales.
La Argentina debe optar entre desarrollar las energías no agotables y el gas y crudo convencionales, o dedicarse a las no convencionales en Vaca Muerta.
La opción correcta es la primera.
Nadie duda de que la recuperación petrolera exige inversiones, las que no fueran realizadas por los beneficiados con la Constitución menemista y la Ley corta kirchnerista. El Gobierno mantiene su doble discurso: mientras expropia el 51% de YPF para evitar los altos gastos de importación, repone el subsidio a PAE, Total Austral y Sinopec de 28 dólares por barril exportado. El decreto 1277 del 27 de julio pasado, reglamentario de la Ley 26.741 que expropió a Repsol, repone el subsidio a la exportación.
“No hay plata” es el eslogan del “No se puede” o del “No se quiere”.
Durante años se introdujo la idea de que el país no es capaz de invertir para asegurar su soberanía y su desarrollo.
Cuando Menem remató todo porque no había plata engañó con promesas diciendo que llegarían las inversiones. Luego, con nueve años de viento de popa nadie dijo que no había plata, pero no se invirtió ni se expropió YPF. Ahora, con viento de proa, se expropia YPF.
Ninguna actividad de super renta tiene problemas de inversión . En el petróleo, minería, finanzas, drogas, comercio de armas, juego y trata de personas el dinero aparece porque la alta rentabilidad paga.
No debe olvidarse que hoy los grandes Fondos Estratégicos de Inversión pertenecen a las national oil companies . En el caso nuestro, si contáramos con un Gobierno que en los hechos se integrara con nuestros vecinos tendríamos la posibilidad de inversiones sudamericanas.
Las promesas de las petroleras internacionales no llegarán porque sólo invertirán si logran ventajas excepcionales, que dicen tener en sus países. Para ellas, mejor que invertir es prometer para obtener tratos inexistentes en el mundo.
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