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Por la autonomía y la equidad de las mujeres

Conmemoramos el 8 de marzo para recuperar las luchas de las Mujeres de diferentes continentes

Laura Avila, Proyecto Sur San Juan.

Conmemoramos el 8 de marzo para recuperar las luchas de las Mujeres de diferentes continentes, desde las heroicas trabajadoras del textil en Nueva York en 1908 , las que participaron en los diferentes hitos de resistencia histórica de los pueblos latinoamericanos, las mujeres argentinas y sanjuaninas que asistieron en las gestas emancipatorias de nuestros pueblos en el siglo XIX, las recientes luchas por la recuperación de la democracia contra la dictadura y contra el neoliberalismo defendiendo la entrega de nuestro patrimonio, las mujeres de Cutralco, las de la marcha federal, las campesinas de rio negro, las de telefónicas entre otras. Es nuestro deber visibilizar esa historia para desandar las barreras que sostienen la desigualdad de los géneros y la discriminación sexista, base de todas las violencias, físicas, psicológicas y simbólicas, que nos dañan permanentemente.

La relación entre hombres y mujeres aun se libra en un terreno de altercados, de oposiciones, como la dialéctica del amo y el esclavo. Confundir esa relación asimétrica de disputa permanente con un destino, es un facilismo reprobable en estas épocas. Es por eso que debemos abrir los ojos (estar atentas ), puede ser una experiencia difícil, pero debemos hacerlo, desconfiar de la rutina habitual, familiar, donde se instala lo confiable disimulado y un entorno de violencias asimiladas como naturales (peor: como no violencias), que pervive en distintos espacios de convivencia, sean estos públicos o privados. Siguiendo a Beatriz Ruffa y Silvia Chejter (2005) afirmamos que la potencia de la violencia de género y sexista, reside precisamente en su naturalidad, que de tan instalada termina por dar visos de “derecho adquirido a quien lo ejerce”. ¿Cómo cambiar entonces esta cultura? Desacreditando los mandatos del patriarcado que nos inhabilitan a tomar decisiones por nosotras mismas, imponiendo el miedo a la libertad, a la soledad, a la autonomía. “Invisibilizar la mirada femenina, sin ella, las miradas del mundo son incompletas y siguen naturalizando y eternizando la discriminación y opresión “. Hoy debemos preguntarnos qué es lo que no hemos hecho para seguir perpetuando esta desigualdad…

Nos crean la sensación de orfandad, porque se nos ha hecho dependiente de los demás y de los hombres en particular, y nuestra impotencia solo se atenúa con la presencia de los demás.
Somos las reproductoras de la cultura patriarcal en la educación a nuestros hijos, acentuamos la diferencia entre los sexos, complacernos al discurso masculino repitiendo las palabras que nos descalifican, a saber: las mujeres somos conflictivas, es mejor trabajar con varones que con mujeres, somos más machistas que los hombres, ineficientes, subjetivas, envidiosas, reproducimos día a día el fantasma de la otra, con palabras descalificatorias. Hay viejos refranes en los que aun se cree por ejemplo: “El hombre propone, Dios dispone, y la mujer todo lo descompone”, “La mujer, si es hermosa, te la pegará; si es fea, te cansará; si es pobre, te arruinará; y si rica, te gobernará…!

Si hacemos un ejercicio con el significado que tienen la representación simbólica de los animales veremos que los machos tienen una consideración positiva, son los mejores amigos del hombre, los fieles compañeros etc . En cambio las hembras adquieren una connotación negativa, todas se significan como prostitutas; las gatas, las yeguas, las perras, las serpientes etc.

Por otra parte, debemos visibilizar el papel económico que desempeña la mujer para alcanzar el desarrollo pleno del hombre y de la sociedad en general a través de las dobles y triples jornadas laborales, las del mundo del empleo y las del trabajo no remunerado del hogar.

La Globalización, es un proceso, que pretende hacer del planeta un espacio único y sin fronteras para el dinero, las mercancías y los servicios, mayor productividad, eficiencia, competencia y flexibilización.

En realidad es la globocolonización de la cultura anglosajona y norteamericana la que se impuso bajo el liderazgo del mercado y del consumo, perpetuando el ideal de mujer reproductora y doméstica, la precarización laboral y bajos ingresos para mujeres igualmente calificadas que los hombres y la vigencia de un techo de cristal (invisible) que nos limita en nuestro desarrollo y que las mujeres no nos animamos a destruir, para construirnos desde nuestra libertad y soledad .De esta forma dudamos en crear espacios creativos, de desarrollo intelectual para un pensamiento crítico, de pensar la afectividad y erotismo desde nuestras necesidades. Si no nos cuestionamos, no podremos ser autónomas, y por lo tanto, seguiremos evocando y rememorando sin rupturas.

Nos desarrollamos como trabajadoras, profesionales, políticas y en el mundo público rompiendo las barreras de lo exclusivamente doméstico. Ello nos permite ser más flexibles, independientes, menos prejuiciosas, actuar con mayor fluidez entre nuestra subjetividad, lo cotidiano, la política, y la cultura, con mayores procesos de individuación, en muchos casos se opta por no tener compromisos sociales, afectivos en pos de un proyecto personal.

Este posicionamiento de la mujer va mejorando las relaciones de poder en la familia y en la sociedad.

Aun así, las mujeres aumentan las listas de trabajos con jornada partida y de contratos temporales sin seguridad social, oportunidades de promoción o jubilación. Son raros los programas de trabajo que tengan en cuenta el cuidado de los niños y las bajas por maternidad. La mayor parte del trabajo de las mujeres, el domestico y de cuidado que se hace en simultaneo con la labor para el mercado y sin remuneración, está excluido del cálculo del Producto Nacional.

Una crítica a fondo del lugar asignado a la mujer, en la lógica económica, cultural y simbólica de la globalización, implica abrir el debate en temas urgentes tales como:
1. Neoliberalismo, neodesarrollismo y feminización de la pobreza.
2. El valor de la carga total horaria que realizan las mujeres a través de la simultaneidad de tareas.
3. La violencia invisibilizada: control y expropiación de la sexualidad de la mujer.
4. La vigencia y extensión de las economías informales criminales que tienen como mercancía barata a las mujeres pobres, migrantes, en las redes de la prostitución, la trata y la droga, aumentan el PBG de las naciones, porque esta industria sexual es considerada como una de las industrias más rentables del momento.

“…A TODAS Y CADA UNA DE NOSOTRAS, A LAS QUE ESTÁN Y A LAS que VENDRÁN... FELIZ DIA!!”. Este es un día apropiado para hacerse preguntas, a solas… o con otros.

¿Cuál ha sido mi propia evolución como mujer desde niña? Mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, mi madurez… ¿Hemos cambiado algunos mandatos?

Si como Simone de Beauvoir decía: “No se nace mujer, las mujeres se hacen”. Esto quiere decir que somos fabricaciones culturales, religiosas y el resultado de muchas leyes y mandatos que pesan sobre nosotras. ¿Vamos produciendo construcciones, demoliciones, derrumbes?

¿Quienes somos, somos lo que hicimos con nosotras o con lo que hicieron con nosotras? ¿Me parezco a esa que quise y quiero ser?
“Es un buen día para mirarse adentro y afuera, de arriba abajo, con lucidez, inteligencia, con compasión, con críticas, con deseos de comprender…” Liliana Mizrahi (2013)

Contribuimos a gestar una sociedad fraterna, solidaria y libre para impulsar procesos libres de prejuicios contra la transformación de la sociedad. Estamos urgidos de tejer entre todos y todas las imágenes atractivas de un bienestar sostenible.

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