Luego de iniciada la campaña nacional 2014 en la ciudad de Río Gallegos, Proyecto Sur continua sumando voluntades en esta vez en Caleta Olivia.
Ciudad cabecera de la zona norte de la provincia, de una fuerte cultura vinculada con el petróleo, Caleta Olivia tiene emplazado en su centro el monumento al trabajador petrolero, el “Gorosito” como lo llaman, que simboliza el fuerte papel que jugaba en la vida económica, social y cultural de la población la cobertura integral que les brindaba la vieja YPF a sus trabajadores como empresa insignia de dicha actividad.Es por esto que en la calle algo que es evidente en el humor social es la bronca expresada contra un gobierno nacional que ya desde que estaba al frente de la gobernación provincial, allá por principios de los noventa, demostraba que poco le importaba YPF con la corta visión estratégica que practicaban apoyando el desguace, vaciamiento y posterior venta de dicha empresa, para luego volver a comprar el 51% del capital accionario a Repsol en un acuerdo que poco tiene que ver con el interés nacional.
Aún resuenan las palabras del entonces gobernador Néstor Carlos Kirchner hablando de las maravillas de la privatización y de cómo ésta iba a impulsar el desarrollo de las provincias petroleras, cosa que finalmente no sucedió (para aquellos desmemoriados o sistemáticos negadores de la realidad recomiendo ver Tierra Sublevada: Oro Negro).
Un caso más actual de hipocresía kirchnerista fue la visita de Secretario legal y técnico Zannini al senado nacional para exponer sobre el acuerdo con Repsol, donde se permitió soltar unas lágrimas (de cocodrilo) recordando los ex trabajadores ypefianos, como si no formara parte de un proyecto político que fue cómplice activo de la privatización más fraudulenta de los noventa.
Otro tema latente y muy sentido en la ciudad tiene que ver con el acceso a un recurso elemental y vital: el agua. Este verano encontró a la ciudadanía de Caleta movilizada luego de ver el suministro de agua cortado nuevamente por las sucesivas roturas del acueducto Jorge Carstens, que provee de agua a la ciudad desde el Lago Musters en Chubut. El tramo que une Chubut con la provincia de Santa Cruz fue inaugurado en el año 1999 por Néstor Kirchner, prometiendo que esta obra iba a durar cien años. Claramente, duro mucho menos que eso. Hartos de tantas mentiras, y ante la falta de una solución por parte de las autoridades, el pueblo caletense cortó la ruta 3, logrando hacer visible el conflicto en los medios nacionales, y obteniendo por respuesta del gobierno nacional el reto de nuestra querida presidenta por cadena nacional, diciendo que hoy en día era común que tres o cuatro personas te cortaran la ruta por cualquier cosa. Lo cual solo sirvió para avivar aún más las llamas de la indignación que se vivía, y que terminó haciendo masivo el reclamo por el agua en la ruta, movilizando a miles de ciudadanos.
Para sostener un mínimo suministro, las autoridades proveyeron camiones con agua traída del viejo acueducto, que saca agua de pozo contaminada por metales pesados de la explotación de hidrocarburos, producto de la falta de controles a las licitaciones que la provincia da a las empresas. Ya está en marcha un nuevo acueducto paralelo al viejo, que como de costumbre se hizo sin transparencia, sin licitación, siendo adjudicado al empresario amigo del poder Cristóbal López.
Aunque se normalizó momentáneamente el suministro de agua a la población, nada dice que no vaya a suceder otra rotura, por eso los vecinos autoconvocados y las asambleas locales siguen en pie de lucha, contando con el pleno apoyo de nuestra fuerza, que históricamente se ha hecho eco de estas problemáticas y de estos reclamos.
Luego de treinta y un años consecutivos de gobiernos pejotistas, la provincia de Santa Cruz esta lista para un cambio, ya poco le creen al gobernador Peralta, hasta ayer enemistado con el gobierno nacional y hoy ensayando un acercamiento para reunificarse y mantenerse en el poder después de 2015. Tampoco le cree Caleta Olivia a su intendente, José Manuel Córdoba (FPV), electo sin legitimidad alguna gracias a la Ley de Lemas, sistema electoral distorsivo como pocos, impuesto por Kirchner cuando modificó la constitución provincial, para perpetuarse en el poder habilitando la re-reelección.
Laos ciudadanos todavía están esperando que Peralta cumpla con el compromiso firmado con el arco opositor santacruceño de derogar la Ley de Lemas. Pocas son las expectativas, con una legislatura provincial hegemonizada por La Cámpora, más cuando uno de sus representantes, el diputado provincial Vinet, declaró a medios locales, hablando sobre la posible implementación de las PASO a nivel provincial, que no estaban dispuestos a “regalar la provincia en el 2015” y que obviamente, iban a imponer modificaciones de su plena conveniencia. Uno no regala ni retiene algo que no es de su pertenencia, por más que lo crean así, e instamos a la ciudadanía santacruceña a demostrar con su voto en 2015 donde reside el poder decisional democrático.
La experiencia que los compañeros de Proyecto Sur vivimos en Caleta demuestra que está latente en la Argentina la necesidad de conformar otras formas de construcción política, que hay voluntad de apostar por fuerzas democráticas que priorizan la búsqueda de consensos, que aceptan las diferencias y no intentan imponer un único discurso y un único relato. Queremos trabajar en conjunto por un proyecto de país a largo plazo, sin negociados, sin prebendas, restaurando la ética pública de patriotas como Mosconi, que nos demostraron que se puede gestionar sin corrupción y eficientemente. Por eso es que estamos recorriendo el país, buscando ese otro país posible.
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