El Ministerio de Defensa sienta un precedente alarmante para el derecho de los ciudadanos y de sus representantes a conocer el estado del patrimonio público.
La respuesta negativa del Ministerio de Defensa a que el Diputado Nacional y candidato a Presidente, Fernando “Pino” Solanas pueda acceder a visitar la Base Naval de Puerto Belgrano –la unidad naval más grande del país y Sudamérica- demuestra la mezquindad política del oficialismo.
Mediante una nota elusiva y desconsiderada, las autoridades del Ministerio a cargo de Arturo Puricelli, respondieron evitando dirigirse al Diputado Solanas y haciéndolo al Presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Julio Cesar Martínez (UCR). De esta manera, una solicitud de un Diputado Nacional (que además integra dicha Comisión) al Sr. Ministro de Defensa fue respondida por otro funcionario y encima dirigida a otra persona, sin explicaciones, recomendando “visitas colectivas” en vez de individuales. Una forma que quizás el Ministerio considere “elegante” para esquivar un compromiso, pero que resulta burda y poco democrática ya que desalienta el derecho ciudadano -en este caso, de un legislador abocado a los intereses de la defensa- de interiorizarse sobre el estado del patrimonio público, la situación de sus trabajadoras y trabajadores y sus necesidades y dificultades.
Más aún cuando se sabe que la defensa nacional se encuentra en un estado crítico: los recursos materiales son obsoletos y casi inexistentes, el personal está desanimado ante las magras perspectivas laborales, la industria militar se encuentra en niveles mínimos (lo que no obsta a que ofrezca sus servicios dinamiteros a la minería contaminante), y Argentina tiene uno de los presupuestos más bajos de Sudamérica para la defensa, en relación a su PBI.
La actitud pequeña y lamentable de los funcionarios ministeriales impidió que un representante del pueblo pueda acercarse a esta problemática, para poder escuchar y acercar una comprometida colaboración. Es un objetivo central para un proyecto emancipador recuperar las capacidades nacionales perdidas y lograr un verdadero desarrollo de las industrias para la defensa. Porque todo ello hace a la efectiva protección de nuestra Soberanía y de nuestros recursos. En suma: al resguardo de los intereses del pueblo argentino.
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