La actividad fue organizada por el Movimiento Proyecto Sur en su sede de Congreso.
El Movimiento Proyecto Sur organizó la charla abierta “Arte, Derechos Humanos y Salud Mental” a cargo de Alan Robinson en su sede de Congreso. El disertante es licenciado y profesor en artes dramáticas, productor, escritor y actor de cine y teatro. Ante un nutrido grupo de militantes y adherentes al partido, Robinson comenzó la charla insistiendo en que cree en un abordaje artístico de la salud mental.
Robinson compartió su experiencia personal, en su juventud ante un brote psicótico fue internado y torturado. Lo medicaron y llegaron a diagnosticarle un cuadro incurable y degenerativo. Desde esa experiencia y su carrera profesional vinculada al arte Robinson plantea que hay otros caminos para abordar un brote psicótico.
El orador planteó la cuestión de una cultura imperante anti psicótica, desde la educación y las prácticas de la sociedad. “El miedo a la locura es peor que el miedo a la muerte” afirmó Robinson, destacando que existen rituales y formas de procesamiento de la muerte en la sociedad, pero no respecto a la locura.
Robinson pidió avanzar en la división entre personas neurotípicas y personas neurodivergentes, buscando correr el eje al estigma que se sufre y tomar la situación de las personas con “enfermedades mentales” como una parte actuante y real de su identidad.
Se avanzó en el análisis de la Ley Nacional de Salud Mental (26.657), que fuera aprobada en el año 2010. Robinson destacó los costados progresivos de la ley, aunque aseguró que aún resta avanzar mucho en la materia. Planteó la falta de presupuesto estatal asignado, tanto de la gestión kirchnerista como de la actual.
La Ley 26.657 postula, entre otras cosas, una serie de medidas que ubican a la persona neurodivergente como sujeto de derechos, poniendo límites a las internaciones involuntarias, al tratamiento al que podría ser sometido el paciente, y pide por el cierre de las instituciones públicas y privadas “monovalentes”, o sea, dedicadas exclusivamente al tratamiento de pacientes neurodivergentes.
Para finalizar Robinson recordó el caso de Matías Carbonell, de 24 años, que murió el 12 de noviembre de 2010, luego de 24 días de internación en el Hospital Penna donde fue tratado por el gravísimo cuadro de salud con el que había llegado el 19 de octubre, derivado del Hospital Borda. Fue víctima de malos tratos y tortura y soportó diversas formas de violencia y hostigamiento por parte de los profesionales. La jueza a cargo de la causa dictó el procesamiento de seis funcionarios del Hospital Borda. Se espera que la causa sea elevada a juicio, a ocho años de la muerte de Matías.
Para conocer más, mirá la charla TEDX de Alan Robinson “La locura del teatro”:
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