El legislador Julio Raffo realiza una rectificación sobre unas declaraciones suyas.
Julio Raffo, vicepresidente segundo de la Legislatura porteña
Empiezo por informar que, siguiendo un ya viejo consejo de Cervantes, no he incurrir en agravio ni vituperio aún contra aquellos que me los lanzan. Consideraba don Miguel, siguiendo en esto a Platón, que el agravio dice mucho sobre quién lo lanza y no dice nada respecto de la persona contra la cual se dirige.
Pero si he de rectificar un error cometido cuando, en una única oportunidad, sostuve que el hermano del Presidente del Partido Justicialista de la Capital se encontraba incluido en la Fabulosa Resolución Nº 1090/10. Me equivoqué al respecto y por ello me disculpo. El Sr. Olmos hermano del Sr. Olmos, ya trabajaba en el Consejo desde mucho antes y no fue premiado con ninguno de los ascensos que generosamente distribuyó la Fabulosa Resolución, sólo su ex esposa y su cuñado merecieron ese beneficio.
En lo que sí voy a insistir es en el despropósito impúdico formalizado mediante la Fabulosa Resolución Nº 1090/10, dictada en los últimos momentos del cese del mandato de los consejeros que son designados por la Legislatura. Esa resolución, en un mismo acto, modifica la estructura del Consejo, crea nuevos cargos para atender a las nuevas funciones, designa a los ocupantes de esos nuevos cargos (con lo cual se advierte que ya los tenían seleccionados con anterioridad a la reforma), se los pone en funciones y se los ratifica en las mismas. ¡Qué celeridad en el momento de irse!
Es verdad lo que dice el Sr. Presidente Olmos respecto de que la gran mayoría de los designados trabajaba en el Consejo con anterioridad, pero lo que él no dice es que trabajaban como personal de Gabinete de los consejeros salientes, con lo cual sus designaciones terminaban con el cese de los mismos. Gracias a la Fabulosa Resolución ese personal de Gabinete quedó incorporado, y atornillado, al Consejo con un total de remuneraciones que supera el millón de pesos mensuales.
Párrafo aparte merece la compra, de urgencia, de un edificio por el cual se pagó U$S 3.750.000,00 cuando el Banco Ciudad lo tasó un 21 % menos (¿?). Aunque la urgencia no resultaba ser tan urgente porque en la escritura generosamente se benefició a la vendedora con el comodato (uso gratuito) del inmueble hasta el 30 de abril.
Es verdad que el Bloque de Diputados del Movimiento Proyecto Sur propuso a Beinusz Szmukler como Consejero, y también es verdad que somos amigos personales desde, pero la propuesta se fundamenta no en la amistad, sino en los méritos, 1986 fecha de mi incorporación a la Asociación Americana de Juristas que él presidía y que organizó el Congreso de Derecho Social en Cuba en cuyo cierre participó Fidel Castro oportunidad en la cual Beinusz me lo presentó personalmente.
Son las mismas cualidades que motivaron al Coordinador General del Programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Dr. Guillermo Valera, a proponerlo a la Presidenta de la Nación, junto con Mirta Màntaras, para que colaboren con el Programa. Al respecto dijo el Dr. Valerga: “Conseguir que estos dos verdaderos monstruos colaboren con el Programa supera todas mis expectativas” (ver Página 12, 13/01/11, pág. 11).
Como Beinusz ya actuó como Consejero en el Consejo nacional creo que es bueno asomarse a algunas de sus actuaciones que, como apéndice de esta nota, transcribo a continuación. Sería muy bueno que el Sr. Presidente Olmos, que también es candidato a ese cargo, hiciera público su currículum y antecedentes en materia jurídica.
De todas maneras, los que defendemos su candidatura, siempre supimos que a los “pequeños Robespierre y los pequeños Pilatos sin escrúpulos”, asociados a los hombres de los negocios cooperarían contra su designación. Razonablemente debe preocuparles mucho su honestidad, su talento, su independencia de criterio y, en especial, la campaña “anti-ñoqui” que hizo en el Consejo nacional.
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