Compartimos con ustedes la entrevista de la Revista 23 a Félix Herrero, especialista en energía, sobre los subsidios al petróleo.
La cuestión energética es uno de los principales asuntos que tiene que resolver el gobierno de Mauricio Macri. Específicamente se trata de los voluminosos subsidios a la producción y exportación de petróleo. No es un tema menor. Las cifras en juego son millonarias y los actores involucrados, muy influyentes.
Con un precio internacional actual de 34 dólares tendiente a la baja, para el año próximo se estiman unos 5.500 millones de dólares en este concepto si se toman los últimos datos publicados por la Secretaria de Energía de la Nación. Es decir, unos 76 mil millones de pesos, casi el doble de lo que insumirá la Asignación Universal por Hijo presupuestada para el 2016 en 39 mil millones de pesos.
Los subsidios al petróleo fueron implementados por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, mediante las resoluciones 14/2015 y 33/2015, firmadas por Mariana Matranga, ex secretaria de Energía de la Nación. Ante una caída de los precios internacionales, se creó el “Programa de Estímulo a la Producción de Petróleo Crudo” por el cual se dispuso una compensación económica a todas las compañías que extraen o exporten crudo en la Argentina, como YPF, Chevron, Pan American Energy (PAE), para garantizarles un precio interno de unos 75 dólares por barril.
El programa tiene vigencia hasta el 30 de diciembre próximo, aunque, según el artículo 2 de la resolución 14/2015, puede ser extendido durante un año, o sea hasta 2016. Y esto es lo que tiene que definir, en las próximas horas, el ministro de Energía Juan José Aranguren, ex presidente de la petrolera Shell Argentina, enemigo declarado de los subsidios a las tarifas de luz y gas destinados a los hogares.
Al respecto, Aranguren, en su primer discurso público ante empresarios del sector, anticipó una quita del subsidio a los hogares y aumento de tarifas, pero remarcó que iba mantener los subsidios a las empresas petroleras “para sostener los puestos de trabajo”.
“La esencia del acuerdo negociado será mantenida, pero también teniendo en cuenta el interés de los consumidores. La única diferencia es que el acuerdo será escrito, de duración limitada, tendrá plazos de renegociación y será hasta que los precios internacionales se recuperen y alcancen los locales”, enfatizó el ministro.
Veintitrés intentó confirmar esta versión pero desde el Ministerio se pidió que se enviara un correo electrónico al Ministerio de Economía, detallando los motivos de la consulta. Hasta el cierre de esta nota no hubo respuestas.
Polémica. “El gobierno de Macri lo que debería hacer es terminar con los subsidios. Y no lo va hacer porque Aranguren es de la Shell. Y la Shell ahora es extractora de petróleo. Tiene cinco pozos en Vaca Muerta, por lo tanto está complicado”, vaticinó ante esta revista el abogado y economista Félix Herrero, especialista en tema energético, uno de los opositores de los subsidios a las petroleras. “El 29 de diciembre, o cuando los argentinos estemos festejando Navidad, el día de los Santos Inocentes o Año Nuevo, seguramente se hará una prórroga de las resoluciones 14/15 y 33/15 por un año. Y en enero nos estaremos enterando los argentinos que estos subsidios a las petroleras continúan”, agregó.
Herrero señaló que estos subsidios “no existen en ningún otro lugar del mundo”. Alega que el costo interno del petróleo hoy ronda los 15 dólares el barril. Por lo que garantizar un precio interno de 70 dólares a las compañías (en su mayoría extranjeras) es otorgarles un enorme beneficio que pagan los consumidores a través del Tesoro Nacional.
En consonancia con Herrero se han pronunciado otros conocidos especialistas en hidrocarburos. Algunos de extracción radical, como el ingeniero Jorge Lapeña, ex secretario de Energía de Raúl Alfonsín, quien sostuvo que “la nafta y el gasoil en la Argentina se venden al consumidor –particulares, trasportistas, agro e industria– a un precio que toma como costo de la materia prima un crudo cotizado a 80 dólares por barril. En este contexto, los consumidores están transfiriendo a las empresas petroleras unos 5.500 millones de dólares por año, una cifra exorbitante”.
Fracking en la mira. El contrato con Chevron para explotar el yacimiento de Vaca Muerta es la madre del borrego. En este yacimiento, la compañía estadounidense junto a YPF y otras firmas están extrayendo crudo a través del “fracking”, una técnica de gran impacto ambiental que, por la ingeniería y proceso requeridos, es mucho más costosa que la extracción de petróleo convencional.
Por eso, cuando comenzó a caer el precio del petróleo a nivel internacional, a fines del 2014, con la argumentación de que había que mantener la actividad, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, impulsora del acuerdo con Chevron, comenzó gestionar subsidios a la producción al petróleo “no convencional”. Estos se hicieron extensivos a todas las empresas, sin distinguir sus métodos de extracción o costos internos.
“¿Cuál fue el justificativo para dar semejante compensación? El fracking. En el 2014 se dijo que para alentar su producción y explotación había que dar subsidios importantes porque el fracking tiene costos y gastos de producción y operación más caros que los convencionales. Entonces se justificó en función de Vaca Muerta que les íbamos a dar un subsidio a las petroleras. Pero inmediatamente se le dio a todo el petróleo de la Argentina, no solamente al fracking, sino a otras empresas que no estaban previstas. Es un caso único en el mundo”, cuestionó Herrero.
Las diez principales empresas beneficiadas por estos subsidios son YPF, Pan American Energy, Pluspetrol, Sinopec Argentina Exploration, Tecpetrol, Chevron, Petrobras, Petrolera Entre Lomas, Compañías Asociadas Petroleras, y Total Austral. Este top ten concentra el 89% de la producción local, según datos publicados por el Ministerio de Energía de la Nación.
Sobre los montos que recibió cada petrolera durante el 2015, a pesar de alcanzar cifras millonarias, no hay nada publicado, siquiera en el boletín fiscal. Únicamente está el precio de diferencia promedio mensual entre el precio interno y externo del petróleo. Lo publica el Ministerio de Energía bajo el concepto “Precios de Petróleo Crudo, Gas Natural, GLP, Gasolina y Condensado (Regalías)”, a partir del cual las empresas calculan trimestralmente el cobro de las compensaciones.
Allí, según el último dato publicado, esta diferencia en agosto llegó a los 27 dólares por barril. Ese mes, el Estado les pagó a las compañías petroleras un promedio de 70 dólares por barril, cuando el internacional orilló los 42 dólares.
A partir de ese dato, estimativamente se puede determinar que durante el 2015 las petroleras embolsaron unos 2.300 millones de dólares. Cifra que este año será mayor porque el precio del petróleo en el mundo sigue bajando y roza los 34 dólares. Con lo cual, sobre una producción diaria de 200 millones de barriles, para el año próximo podría alcanzar casi los 6 mil millones de dólares.
Estas compensaciones alcanzan tanto la producción como la exportación de petróleo que fueron concentradas por la compañía Pan American Energy (PAE) de los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni y la china CNOOC. Actualmente PAE, en sus balances, pondera el “Programa de Estímulo a la Producción de Petróleo Crudo” como una manera de atenuar “parcialmente” la baja del precio internacional del petróleo.
“Hay subsidio a la exportación de petróleo. Es decir pagamos premios por la exportación a pesar de que somos un país importador de petróleo”, explica Herrero.
Según lo dispuesto por la resoluciones 14/15, el valor de estas compensaciones está fijado en dólares, a su tipo de cambio en pesos. Es decir, de prorrogarse, a diferencia de otros sectores, las compañías petroleras no sólo seguirán protegidas de los malos precios externos, sino también de la devaluación interna. Un privilegio casi exclusivo.
Para poder cobrarlos, trimestralmente cada empresa debe presentar una declaración jurada ante la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas. En esa declaración se debe detallar la cantidad de petróleo extraído y su tipo. Luego esperar que esa “comisión” autorice el pago o haga alguna observación.
“Es difícil entender por qué aumentó el precio del combustible en la Argentina cuando el precio internacional del petróleo está estancado o a la baja y, al mismo tiempo, la Argentina les paga a las petroleras 77 dólares el barril contra 40 a nivel mundial. Muchas veces se habla del subsidio del transporte y de la energía, pero poco se habla del subsidio a las petroleras, que son todas extranjeras”, sostuvo por su parte el economista y ex diputado Claudio Lozano, quien desde el Congreso, en momentos en que se aprobó el presupuesto 2016, cuestionó duramente estos subsidios otorgados por el kirchnerismo. El Gobierno de Macri tiene la llave para decidir si continúa o modifica el esquema.
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