El juez Bonadìo secuestro dos camionetas con papeles. La denuncia fue realizada por trabajadores y difundida por Mario Cafiero.
Mario Cafiero
El juez federal Claudio Bonadio decomisó anoche dos camionetas cargadas de documentos de TBA que estaban saliendo de una planta ligada a la empresa ferroviaria en San Martín, en lo que se sospecha que es un nuevo intento de destruir evidencias.
El magistrado allanó esa firma, Emprendimientos Ferroviarios, ante una denuncia acerca de que se habían quemado papeles en un contenedor.
La denuncia -dijeron fuentes judiciales a LA NACION- fue de trabajadores de TBA que advirtieron al dirigente de Proyecto Sur Mario Cafiero que se estaban destruyendo evidencias. Cafiero lo comunicó a la prensa y por ese camino la información llegó a oídos del juez, que allanó la fábrica. Allí encontró evidencias de que se había hecho una quema, pero de documentos de otras empresa del grupo, no de TBA.
Además, encontró pilas de documentación que estaba lista para ser quemada, como libros rubricados de sociedades.
Cuando la policía estaba en el lugar, advirtió que dos fletes se iban de la planta con papeles de TBA, por lo que fueron decomisados y hoy el juez interrogará a los fleteros y analizará la documentación, que quedó con custodia policial.
Fuentes de la empresa negaron que hubieran destruido documentos de la causa en San Martín. "Es falso, ese tema de la quema lo armaron los delegados que tienen intencionalidad política. Fue la propia TBA la que le informó al juzgado a primera hora que en San Martín había información de la empresa".
En tanto, ayer el juez indagó a los ejecutivos de TBA presos por entorpecer la investigación. El juez entendió que escondieron los papeles contables con los que los peritos estaban analizando en qué gastó TBA la plata de los subsidios.
Los gerentes Daniel Rubio y Darío Tempone señalaron que cuando se produjo la quita de la concesión, el 24 de mayo pasado, se abocaron a trabajar en temas operativos con los nuevas autoridades que se estaban haciendo cargo de la empresa en medio de una transición algo caótica. Y explicaron que el presidente de TBA, Carlo Ferrari, los había instruido para que resguardaran la documentación. Lo mismo dijo Ferrari. Hoy le tomarán declaración a Claudio Cirigliano por la tragedia en sí y por la tentativa de esconder papeles. Sus abogados pedirán luego la excarcelación de los cuatro ejecutivos, pero difícilmente la obtengan, pues el juez entendió que buscaron frustrar la investigación, lo que constituye una de las razones para ordenar una detención mientras dure el proceso judicial.
Los abogados de TBA habían presentado temprano un escrito donde dijeron que la empresa debió trasladar "toda la documentación de la sociedad a un lugar seguro" para custodiarla, debido a este expediente, al concurso preventivo que enfrenta y a las demandas millonarias que piensa hacerle al Estado nacional por la quita de la concesión.
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