Por Damián Solanas (Proyecto Sur CABA). La explotación de carbón en la provincia de Buenos Aires.
600 mil héctareas amenazadas en la Provincia de Buenos Aires
Desde hace algunos años se viene desarrollando en algunos países una nueva forma de explotar el carbón mineral, llamada UCG, UNDERGROUND COAL GASIFICATION o GASIFICACIÓN SUBTERRÁNEA DEL CARBÓN.
Básicamente éste método consiste en generar una combustión subterránea, es decir, quemar el carbón en el propio subsuelo donde se encuentra la veta, y así generar gas sintético o SYNGAS que luego es utilizado en la producción de energía o como materia prima en la industria química.
En Argentina, recientemente la empresa australiana Delmo Group ha anunciado a través de su página web que ha comenzado un megaproyecto comercial para la obtención de gas a través de la técnica de UCG o Keyseam. La misma firma declara poseer derechos de explotación sobre 600.000 hectáreas en la cuenca carbonífera Claromecó, en el corazón de la Provincia de Buenos Aires.
No es un hecho menor ni debe pasar desapercibido que Delmo Group ostente dichos derechos, más cuando existe un pedido de informes solicitado al gobierno de Daniel Scioli por el Diputado Provincial Ricardo Vago que ha motivado una respuesta extraoficial AFIRMATIVA reconociendo su existencia.
Cabe destacar que esta tecnología aún se encuentra en fase EXPERIMENTAL y ha generado, en algunas pruebas realizadas en los últimos años en Uzbekistán, China, Sudáfrica, Australia y Canadá, daños ambientales de suma importancia.
Si bien permite aprovechar vetas de carbón que serían de otro modo económicamente inviables, no debemos olvidar que las napas y acuíferos subterráneos se encuentran por encima, y que la gasificación subterránea libera grandes cantidades de metano que confluye directamente al agua.
Es necesario que la gente conozca los verdaderos peligros de la UCG:
El proceso genera importantes cantidades de Monóxido de Carbono, Hidrógeno, Dióxido de Carbono, Metano, Etano, Alquitrán y cenizas. Además genera otros subproductos como Ácido Sulfhídrico, Arsénico, Mercurio, Plomo, Benceno y Tolueno.
Esto trae aparejados gravísimos daños, algunos de los cuales se detallan a continuación:
1 Daños a las napas y acuíferos subterráneos: La contaminación del agua subterránea alrededor de las zonas UCG está causada principalmente por uno de los siguientes mecanismos: la dispersión y penetración de los productos de pirólisis de la veta de carbón en las capas de rocas circundantes, la emisión y la dispersión de altos contaminantes con los productos del gas después de la gasificación, y la migración de residuos por lixiviación y penetración de aguas subterráneas. Además, los gases fugados, tales como dióxido de carbono, amoníaco y sulfuro, pueden cambiar el valor de pH de los estratos locales una vez que están disueltos.
2 Daños a la atmosfera: La combustión del carbón bajo tierra produce CO?, al igual que la combustión de otros combustibles fósiles. Sin embargo, de todos los fósiles usados en combustión, el carbón tiene actualmente la mayor emisión de CO? por unidad de energía producida. Al ser más liviano que el aire el CO? se desplaza hacia la atmósfera superior donde contribuye al efecto invernadero y posterior calentamiento global.
En lineas generales, quemar los depósitos de carbón para producir syngas nos asegura el acceso a una forma de energía hasta ahora inaccesible. Al mismo tiempo también nos asegura la continuidad de las emisiones de CO? que tanto están afectando el planeta. En momentos en que la humanidad está desesperada tratando de encontrar maneras de contaminar menos, este método garantiza un aumento de la contaminación y el calentamiento global por cientos de años más, un calentamiento que los seres vivos hoy ya no son capaces de soportar.
3 Daño ambiental permanente: Una vez consumido todo el carbón en una zona se debe proceder al abandono de la misma, lo cual incluye una limpieza total de la formación agotada para extraer los contaminantes remanentes en el fondo del pozo. Además, se deben taponar los pozos a intervalos determinados para impedir flujos hacia la superficie. Sin embargo, la experiencia en yacimientos petroleros demuestra que estos procedimientos muy rara vez se llevan a cabo porque ninguna compañía quiere invertir en procedimientos que no reditúan ganancias, sobre todo al finalizar un emprendimiento. El área afectada por esta explotación, incluyendo pozos, cañerías, caminos, plantas de tratamiento de gas, usinas para generación de energía, y plantas químicas que usen el gas producido, muy difícilmente pueda volverse a su estado natural después de la intensa actividad industrial sobre la misma.
4 Hundimientos: Las cavidades creadas durante la combustión del carbón pueden dar lugar a hundimientos del terreno que colapsen o deformen las cañerías de los pozos. En yacimientos poco profundos los hundimientos puede conectar directamente la zona de combustión con los acuíferos superiores. En yacimientos más profundos el peligro es que los desmoronamientos den lugar a grietas por las cuales puedan escaparse los fluidos tóxicos.
Tal como en otros métodos de minería, la población queda expuesta a contaminación del agua y del aire, envenenamiento con productos altamente tóxicos, daño potencial a las edificaciones, impacto ambiental producido por cañerías e instalaciones de superficie, y un pasivo ambiental que deberán absorber las futuras generaciones.
Debemos agregar a esto que, en una provincia cuya riqueza se basa fundamentalmente en la agricultura y la ganadería, los perjuicios económicos que traerá a dichas actividades la UCG serán enormes y exceden ampliamente los beneficios energéticos que podríamos disfrutar, ya que perderemos zonas agrícolas importantísimas y contaminaremos acuíferos de los que dependen vastas poblaciones para sobrevivir.
Debemos entonces claramente decir NO A LA EXPLOTACIÓN DE NUESTROS RECURSOS CARBONÏFEROS MEDIANTE UCG.
Fuentes: Roberto Ochandio, “Evaluación Preliminar de la Gasificación Subterránea del Carbón”
POR admin
