"Lo que es estafa no se paga"

Proyecto Sur de Quilmes participó de la movilización de los vecinos Quilmeños, indignados por el aumento de la tasas muncipales.

Vecinos que este viernes llegaron hasta el palacio municipal para exigir que el gobierno municipal reconsidere el aumento de las tasas municipales, concluyeron la marcha con una original protesta: quemaron las boletas de las tasas del bimestre enero-febrero. “No las vamos a pagar, para que las queremos”, indicaron.

A pesar del sofocante calor que reinaba en las calles, la decisión fue impedir que los vecinos pudieran ingresar al municipio. Más aún, la administración Gutierrez llamó a la policía, clausuró los accesos y cerró las cajas.

Los vecinos resistieron en la calle el agobiante calor y no se privaron de gritar que el jefe comunal era un “ladrón”. También hubo dedicatorias poco amables para el secretario de Hacienda, Alejandro Tozzola y para el director de rentas, el concejal por San Martin Alejandro Phatouros.

Tras una breve asamblea, decidieron que no pagarán las tasas y que volverán a marchar el 1 de marzo. Luego, quemaron las boletas frente a la reja del palacio. “No las vamos a pagar, no nos sirven para nada”, explicaron.

Casos increíbles. Muchos de quienes acudieron a protestar por el “impuestazo” dieron testimonios verdaderamente increíbles. Alcira, una vecina de Quilmes este, pagaba a diciembre de 2012 $26 de tasa y hoy debería pagar $168. “Vine a pedir explicaciones y me dijeron que tengo dos casas. Eso es mentira. Entonces, cuando lo explique, me dijeron que en lo que tengo son dos cocinas, y entonces por eso el aumento”.

Otra de las vecinas mostró sus boletas. De $43 pasó a $278. Se trata de una jubilada que vive frente a Cattorini, plena zona de Pasco, acaso de las más abandonadas. “Vine a que vean porque esto no puede ser. Me mandaron a sacar fotocopias de todo. Gasté $25, porque me hicieron traer copias de planos, boletas….hace 50 años que vivo en esa casa. Cuando traje todo, la misma empleada de Catastro que me había pedido todo, sin siquiera mirarlo, me dijo “no se puede hacer nada. Dígale a sus hijos que la ayuden a pagar”. Esa fue la respuesta”.

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