Por María Alejandra Camiña Movimiento Proyecto Sur En medio de la pandemia, nos serena que el Presidente Alberto Fernández repita que el coronavirus muestra la enorme desigualdad de nuestra sociedad, de nuestra empobrecida aunque rica Argentina. Nos reconforta que tenga presente a la Laudato Si’ del Papa Francisco y su carisma social y ambiental. Valoramos […]
Por María Alejandra Camiña Movimiento Proyecto Sur
En medio de la pandemia, nos serena que el Presidente Alberto Fernández repita que el coronavirus muestra la enorme desigualdad de nuestra sociedad, de nuestra empobrecida aunque rica Argentina. Nos reconforta que tenga presente a la Laudato Si’ del Papa Francisco y su carisma social y ambiental.
Valoramos el esfuerzo en Provincia de Buenos Aires donde, por ejemplo, se han duplicado en dos meses las camas para internación. Por otro lado, el trabajo en colaboración del Gobierno Nacional en CABA trae un manto de esperanza frente a la situación crítica que nuestra Ciudad, que se dice Autónoma, afronta.
Comprendemos que para derrotar enemigos como el coronavirus, resulta necesario el trabajo de unión y de respeto y que no podría realizarse de otro modo. Pero, aunque esta es una política sana, no deja de preocuparnos la situación de CABA.
Entre los austeros festejos del 25 de mayo, los noticieros informaron las siguientes cifras de infectados:
Villa 31: 1705
Villa 1.11.14: 768
Villa 21-24 Zavaleta: 147
Ciudad Oculta 11
¡Triste y vergonzante escarapela para nuestra Fiesta Patria!
Tal como lo anunciara en la pasada conferencia Alberto Fernández, el 26 de mayo ha comenzado el Operativo Detectar en CABA, haciendo foco en nuestros barrios vulnerables. Tomemos el caso de Villa 20, Comuna 8, donde con comuneros como Miguel Mope y Nayla Loitegui junto con funcionarios como el Subsecretario de Atención Primaria, Gabriel Batistella, y la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, se ha hecho el siguiente procedimiento.
Los habitantes fueron convocados a la Escuela 12, próxima al Centro de Salud Cecilia Grierson el cual, a pesar de la histórica lucha de vecinos y de tantas intimaciones judiciales, continúa sin ser un hospital, es decir sigue sin cumplirse la Ley 1769. Allí fueron entrevistadas las personas con contactos estrechos hallándose más de treinta casos positivos de covid 19.
Este es uno de los llamados barrios vulnerables - eufemismo para nombrar villas de emergencias, emergencias desatendidas históricamente y agravadas en los últimos años – a los cuales se suman asentamientos, víctimas todos del hacinamiento, de la mala alimentación y del hambre. Pero fundamentalmente son víctimas expuestas al peligro de la falta de AGUA. Por eso es imprescindible abrir los ojos para ver qué nos viene pasando en CABA.
Dolorosamente famosa se volvió Ramona Medina de la Villa 31, a quien Roger Waters homenajeó con palabras de solidaridad. Su muerte evitable estuvo anunciada desde que denunció el problema del AGUA. Demasiado tarde la hemos visto en un video abriendo inútilmente las canillas de su vivienda o en fotos acarreando baldes de agua. Poco después sumamos la muerte de Agustín Navarro, defensor también de la justicia y también habitante del Barrio Padre Mugica. A ambos y a tantos los mató la indiferencia de la sociedad y la inacción del Gobierno de la Ciudad.
En honor a ellos y al bien común, no podemos ni debemos hacer silencio. Veamos.
La lucha por un hospital para la Comuna 8 arranca en la década del 80, es decir en el siglo pasado, y la promesa de construirlo fue caballito de batalla de Macri durante su primera campaña para Jefe de Gobierno. Lo que existe hoy es el Centro de Salud Cecilia Grierson pero se necesita su ampliación hasta convertirse verdaderamente en un hospital.
Los reclamos por urbanizaciones de villas también son históricos. Dentro de ellos destacamos los pedidos de agua a AYSA y a las autoridades de la Ciudad que se vienen realizando hace décadas. ¿Puede decirse que el covi19 nos sorprendió cuando teníamos antecedentes como la gripe “A” en 2009 y el dengue cada año? Lo cierto es que la urbanización de estos barrios nunca fue una prioridad para el GCBA.
LARRETA EN LA CIUDAD
¿Y cuáles has sido las “prioridades”?
Los incesantes reclamos de insumos de protección por parte del personal de salud en los diferentes hospitales de CABA. Esto ha generado contagios en estos trabajadores esenciales merecedores de especial cuidado por parte de las autoridades. Lamentamos especialmente la crítica situación que está atravesando hoy el Hospital Fernández, cuyo Jefe de Enfermería, se halla en estado grave en tanto que los trabajadores de dicho centro manifiestan que, entre enfermeros y médicos, ya asciende a 60 el número de contagiados con covid 19. El 17 de mayo, el Hospital Durand por su parte, presentó tres médicos y tres enfermeros infectados, motivo por el cual la Justicia ordenó al GCBA testear a todo el personal.
¿Cómo no hablar de la compra de insumos con sobreprecios? El GCBA compró 6 millones de barbijos a empresas meramente intermediarias que no producen este tipo de insumo, pudiendo comprar directamente a empresas cuya especialidad sí lo son. Así, E-Zay y Amicibro le vendieron al GCBA 6 millones de barbijos a $68 y $77 la unidad. La misma semana la empresa Dimex (Razón Social Cinmor SRL) fabricante de insumos médicos le vendió los mismos a $35.
Larreta gastó 52 millones en equipamiento antidisturbios “para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia”. Nos reservamos los comentarios.
El contrato con los 28 hoteles de la empresa Midas Hotel Management en el cual participó la hermana de Rodríguez Larreta desde su directorio debió ser dado de baja no solamente por este parentesco sino además por evidenciarse alquileres al GCBA con sobreprecio.
Tampoco los paradores de la Ciudad han seguido un protocolo adecuado capaz de prevenir contagios masivos. Así, la aglomeración de personas en los mismos generó un alto riesgo como sucedió en el parador de Retiro donde hubo un 85% de personas contagiadas.
Ante la emergencia social y sanitaria, diferentes organizaciones y espacios, entre ellos El Observatorio de la Ciudad con el abogado Jonatan Baldiviezo, iniciaron una demanda judicial por falta de agua en los barrios populares. Desde la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, con María Eva Koutsovitis, se analiza la desatención inicial, la falta de planificación y la insuficiencia de respuestas oficiales. Algunas observaciones en este sentido para ejemplificar son:
• A dos meses del aislamiento social y obligatorio, el GCBA no cuenta con un Protocolo Específico que atienda cada una de las situaciones emergentes en los Barrios Populares. Situación advertida por el Poder Judicial que ha intimado a dicho gobierno.
• No existe tampoco un plan de contingencia para garantizar el agua potable. La Justicia ha reconocido que no hay acceso al agua potable en los Barrios populares y que las acciones del GCBA son insuficientes y le ha exigido garantizar la provisión en calidad y cantidad.
No se mencionan aquí todas las razones pero informamos que las organizaciones que firmaron la acción judicial están llevando a cabo un mapeo continuo.
En medio de esta situación, recordemos que la Legislatura Porteña le votó a Rodríguez Larreta la suma del poder público que, entre otras facultades le permitirá distribuir a voluntad la totalidad del presupuesto sin límites.
Finalmente y, aunque podríamos continuar, debemos recordar el crédito de 300 millones de dólares provenientes del Banco Mundial y del Banco de Interamericano de Desarrollo otorgado para realizar obras arquitectónicas de infraestructura con servicios como AGUA POTABLE en las Villas 31 y 31 Bis, obras que debieron estar finalizadas hacia fines de 2018. Según las recomendaciones de las instituciones prestamistas 43.190 personas de las villas 31 y 31 bis debieron resultar beneficiadas. Es hoy de conocimiento público que el Secretario de Integración Social y Urbana de CABA, Diego Fernández, “pagó” 200 millones de dólares en asesorías a consultoras sin que se avance en obras prometidas.
Consecuencias a simple vista de estas “prioridades”
• Para todos los habitantes de esta ciudad, vivamos donde vivamos, hay más casos de personas infectadas circulando por todas partes.
• Para quienes viven en las villas, en la mayoría no hay AGUA. Es decir: no pueden lavarse las manos.
• Conclusión: Para todos el riesgo y el aislamiento se prolongan. Para los más inquietos con la economía, se impone otra deuda más por pagar.
PENSEMOS
Paulo VI decía “La Paz es fruto de la Justicia”. Pues bien, la Justicia tiene un arduo trabajo por realizar.
Francisco afirma que “El todo es superior a las partes” y que “Cuando no pueden nombrarse culpables -aunque en muchos de estos casos, sí se puede- todos somos responsables”.
La Nueva Normalidad no será un Milagro, o tal vez sí, Dios nos lo conceda a pesar de nosotros mismos. En cualquier caso, la Nueva Normalidad deberá ser consecuencia de un despertar activo en el que el hambre, la sed, el dolor de los otros nos acucie a cada uno a tal punto que no podamos dormir si no hemos sido solidarios durante la luz del día.
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