El candidato a senador por UNEN fue agasajado por su compromiso con la lucha en defensa de YPF, los recursos naturales, el patrimonio nacional, el medio ambiente y los trenes.
Fernando “Pino” Solanas, candidato a senador nacional por UNEN, participó en la “Convocatoria al pensamiento nacional” realizada por el Instituto Nacional Yrigoyeneano.
Solanas fue convocado por su compromiso con la lucha en defensa de YPF, los recursos naturales, el patrimonio nacional, el medio ambiente y los ferrocarriles como motor del desarrollo integral de los pueblos.
El líder de Proyecto Sur fue homenajeado por el titular de la entidad, doctor Barodero, el diputado nacional Fabian Rogel y Leandro Illia, quienes destacaron la trayectoria de Solanas y su compromiso en defensa de las causas nacionales.
Fabián Rogel dijo: “Nos volvimos a encontrar cuando tuvimos que tomar la decisión en el tema de YPF y hablamos los dos. En estas horas de poca claridad donde la alternativa es peronismo o peronismo o donde los progresistas nombran a Milani, debe haber en el Senado una voz como la de Pino que siempre defendió la causa nacional. Por su parte Leandro Illia manifestó que “Siempre he tenido la solidaridad de Pino y no olvido que me llamaste el día de la elección para tener suerte. Vaya mi reconocimiento a alguien que viene luchando en el campo de la emancipación nacional desde toda la vida”.
Posteriormente hizo uso de la palabra Fernando “Pino” Solanas quien realizó un profundo discurso cuyos partes más importantes adjuntamos a continuación: “ Los acontecimientos políticos suelen ser tumultuosos y contradictorios y otras tantas veces lo contrario. Los hechos históricos son los que cuentan, los que tienen que ver con causas. Yo no vengo de la política. Desde muy joven estuve comprometido con las causas del país. Estudié derecho con el hijo mayor de Raul Scalabrini Ortiz. Los libros que abrieron la conciencia nacional fueron los de Raúl. Como si fuera poco el destino hizo que fuera cronista musical en la revista Que que dirigía Rogelio Frigerio. Ahí estaba también Arturo Jauretche. Ahí nacen mis fervores alimentandos por otro libro que fue “Petróleo y Política”. Al estar al costado de estos personajes me sirvió para aprender lo que era la defensa de lo público.
Así aprendi a administrar lo público que es sagrado. En esa época lo que se ganaba se invertía y con tecnología nacional se construyó el yacimiento más largo de la época: Comodoro Rivadavia-buenos aires.
Este legado de los Mosconi y el de San Martín es lo que los argentinos debemos asumir.
El radicalismo aporto grandes causas que se convirtieron en causas nacionales. Nosotros nos formamos en el legado de la lucha de Leandro N. Alem. De esa herencia viene la lucha de Hipólito Yrigoyen. Sin esa lucha no hubiera existido la Ley Saenz Peña. No en vano nace la batalla de los estudiantes cordobeses y la reforma universitaria. Esos dos grandes aportes marcaron el rumbo de la república democrática que se mete con temas prohibidos.
Mosconi defendió el interés nacional por encima de todo.. Hay que rascar en la historia de las grandes causas nacionales que atraviesan los partidos políticos.
Yo nací con el pensamiento de Forja, hubo un libro que me incendio: “El hombre que está solo y espera”, el primer gran ensayo de la Argentina contemporánea con esa pluma poética de Raùl Scalabrini Ortiz.
En el 45 se retoma la causa nacional y la UCR encontrará en don Arturo Illia gestos extraordinarios que había inciado Yrigoyen. Cómo olvidar su firmeza al ordenarle al Congreso que tire abajo los contratos firmados por Frondizi. Y su gesto de no moverse de la casa de Gobierno cuando fue el golpe. Nadie durmió esa noche.
La otra gran causa que aporta el radicalismo es la de los derechos humanos. Alfonsín planta el Nunca más. Entonces la defensa de los intereses de la Nación, de los derechos humanos, la cuestión ética son herencias y grandes políticas de Estado y todos nos vemos expresados en ellas. No habrá Argentina futura sino construimos los puentes para unir causas, no alcanza con unir partidos políticos.
Argentina pudo realizar grandes epopeyas y si se pudo, se puede. Hoy la Argentina está en una crisis muy grande. Después de haber pagado 391 mil millones de dólares desde la dictadura hasta la fecha, los pagos comprometidos hasta el año 46 son más de 270 mil millones de dólares. De una deuda que nunca fue investigada. A pesar de que en el año 2000 se detectaron más de 400 estafas de los grandes grupos económicos. Todo esto se llevó el progreso nacional, el bienestar, la educación, las escuelas, el 82 por ciento móvil.
Desde hace años hay una ciudadanía que pide unidad y la conformación una nueva fuerza capaz de dar solución a los grandes problemas de los argentinos. Por eso debo agradecerle a Francisco que me enseñó que hay que ser tolerante. Me siento muy feliz porque puse todos mis esfuerzos en la construcción de UNEN. Hay que unir a los diferentes y no a los antogónicos. Con Carrió dijimos tomemos la bandera de la corrupción el 12 de marzo de 2013 y al día siguiente a Francisco Bergoglio lo nombraron Papa. A veces pienso que los astros y las estrellas se alínean. Hemos pensado en contribuir en la conformación de unidad democrática y repúblicana. Y en eso estamos”.
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