Solanas se plantó en la comisión donde se debate la despenalización del aborto

La cuarta jornada de la audiencia pública por la despenalización del aborto cerró con una encendida participación de Solanas.

Me sorprenden algunas intervenciones porque lo que predomina es un recorte absoluto de la realidad social y humana en la que viven las mujeres. No existen. No hay contexto en la realidad de un país donde hay 1 millón y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan y que están lejos de poder alquilar una mísera pieza.

Hace poco escuché a un doctor que sostuvo que los legisladores que votaban la despenalización del aborto éramos prácticamente asesinos, genocidas. Estoy sorprendido por semejante argumento e insolencia y que la presidencia de la comisión se lo hubiese tolerado. Si algo se destaca en éste debate que honra la democracia argentina fue que primó el respeto y la tolerancia. No es menor lo que acabo de decir y no quisiera que lo relativicen. Hay muchas cosas de lo que se dice acá que nos remite a la dictadura.

Cuando escucho que se puede dar a los chicos en adopción enseguida me viene la tragedia de la dictadura donde se secuestraban a los chicos y se los daban en adopción para que quede en manos de "mejores padres".

Nadie puede olvidarse que la Argentina es un país laico donde se debe respetar la pluralidad cultural y todas las religiones y todos los puntos de vista. Nadie le impone con esta ley el aborto a nadie. Nadie tiene obligación de hacerse un aborto porque haya una ley de despenalización. Empecemos por ahí. En este debate se pasó por alto el caso de una nena de 11 años violada por su padre. ¿Qué hace esa chica? ¿Es rehén del padre?. ¿Qué es lo que pasa en los hogares más humildes donde las chicas son violadas permanentemente? ¿Cuál es el amparo de estas chicas? ¿Se les va a negar un aborto?.

Acá estamos para asegurar la igualdad de derechos de todas las mujeres de toda condición social. Aquí estamos por una ley que le permita a la mujer que decidir en plena libertad y haciendo uso de los derechos que tiene. La ley italiana hasta reconoce problemas de trabajo, sociales y humanos.

He escuchado chicanas de legisladores y legisladoras y me sorprende. Hay que admitir que hay otros. Hay que admitir que hay diferencias porque esa la base de la construcción democrática.